Delincuencia
Se extiende la quema de contenedores por los barrios de Madrid
Los vecinos de Vallehermoso alertan de la reincidencia de estos actos. La Policía Municipal apunta a que, «en la mayoría de casos, los provocan jóvenes de la zona»
Los vecinos de Vallehermoso alertan de la reincidencia de estos actos. La Policía Municipal apunta a que, «en la mayoría de casos, los provocan jóvenes de la zona».
«Los contenedores arden y poco podemos hacer. No sabemos quién está detrás, ni por qué escogen ciertas calles», afirma Belén Arsuaga, portavoz de la asociación vecinal Chamberí Se Defiende. Ni ella ni sus vecinos son capaces de explicar qué hay detrás de la quema de contenedores que se repite ciertos fines de semana en diferentes calles del barrio. «En cuanto algún vecino alerta de que hay fuego en uno de estos recipientes, llamamos a la Policía y no tardan en personarse. La intervención es rápida, pero identificar a el o los responsables es mucho más difícil», añade.
Lo cierto es que, aunque suelen escoger ubicaciones diferentes, «hay una calle en la que sí que se han repetido varios fuegos y hemos tenido que pedir a la Junta de Distrito que cambiara la ubicación de los contenedores». Se refiere a la calle Rodríguez San Pedro, esquina con la calle Vallehermoso. «Los quemaron varios días seguidos y, lo peor, es que estaban ubicados muy cerca de un portal acristalado y podía afectarle. Por eso pedimos que los trasladaran unos metros. No tardaron ni 48 horas en moverlos».
Desde que empezaron estos incidentes, tanto los agentes, como los vecinos del barrio prestan especial atención a nuevos incidentes. En especial, en zonas aledañas a la calle Escosura, Galileo o Meléndez Valdés, donde ya se han dado varios episodios.
Lo cierto es que, como ha podido confirmar LA RAZÓN, la quema de estos elementos urbanos no es una «moda» nueva, sino que otros distritos llevan desde principios de año lidiando con esta problemática, que no solo representa un coste para cada Junta de Distrito, si no que también perjudica a los residentes de la zona. De ahí, que en áreas como la de Ciudad Lineal, la Policía Municipal lleve meses controlando incidentes relacionados con estos hechos que, en ocasiones, también producen daños en vehículos aparcados en las inmediaciones del fuego.
En Ciudad Lineal, el problema lo llevan acarreando muchos meses, aunque la presión policial ha mejorado la situación. Según fuentes policiales, todo apunta a que los responsables de estos actos «son jóvenes vecinos de la zona». Como tienen registrado los agentes, «el problema empezó en enero en calles principalmente del barrio de La Elipa», reconocen. Durante los meses de enero y febrero «se contabilizaron un total de 13 contenedores ardiendo y varias motocicletas».
Los siguientes meses del año, «las quemas fueron más esporádicas», pero se tradujeron en la detención de cuatro personas «de diferentes nacionalidades» relacionadas con ellos.
A mediados de marzo, vuelven a repetirse los hechos en el barrio de La Elipa –pertenece a Ciudad Lineal–. Se produce un nuevo incendio en la calle María Teresa Sáenz de Heredia y los agentes pudieron identificar a una persona a la que sus propios vecinos «señalaron como presunto responsable y al cual se le intervienen dos sopletes y pastillas incendiarias», lo que llevaron a los agentes a detenerle.
Pero esta identificación normalmente no se produce porque los residentes de la zona se encuentran con el contenedor incendiado y no tienen forma de saber quién es el responsable. Así ocurrió en junio, también en una calle de Ciudad Lineal. Durante este mes se quemaron otros cinco contenedores que, por su proximidad, afectaron a cuatro coches aparcados en la vía pública. Durante estos hechos, «los vecinos solo pudieron confirmar la sospecha de que en el momento del fuego pasó un coche rojo cerca». Sin embargo, no se produjeron detenciones porque no lograron identificar a los responsables.
Como explicaron los propios vecinos del distrito de Ciudad Lineal, durante el mes de julio identificaron un total de 16 casos aseveraron desde la Asociación Vecinal La Merced de Quintana. La mayoría se produjeron cerca de la M-30. Uno de ellos tuvo lugar en la calle Santa Irene, mientras que otro se localizó en la calle Poeta Blas de Otero.
Presión policial
Esta entidad insiste en que, gracias al seguimiento policial, se está controlando el problema. Todos estos hechos, llevaron a que la asociación recopilara información gracias a las denuncias de los propios vecinos y buscaran dar visibilidad al problema en redes sociales con hashtags como #CiudadLinealSeQuema.
El propio Ayuntamiento se ha hecho cargo del problema que existe. La portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz, señaló, durante una visita a la comisaría de Policía Municipal del distrito, que habría que «tener un especial cuidado» ya que, existía «una demanda vecinal» en relación a la oleada de incendios en el distrito. También manifestó su intención de pedir a la Policía Municipal que dé con los responsables de los incendios que, según sus palabras, «pueden poner en riesgo no solo el mobiliario urbano», sino también «la integridad de las personas».
Este mismo año, la Policía Municipal también identificó a un pirómano que actuaba por la zona de Latina y Carabanchel. Este individuo, en una sola madrugada quemó 13 contenedores, cuyas llamas además afectaron a siete vehículos. El detenido no tardaba ni quince minutos en iniciar un nuevo fuego. Fue esta impulsividad y los testimonios de diferentes testigos los que llevaron a los agentes hasta él.
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