Cifuentes aumenta la subvención para los familiares que se hacen cargo de menores en desamparo.

Cuando un menor queda en situación de desamparo en la Comunidad de Madrid se activan los recursos para que quede al cuidado de una familia acogedora para, principalmente, que la última instancia sean las residencias de la Consejería de Políticas Sociales y Familia. En la región existen tres tipos de familias acogedoras: las familias extensas, que son aquellas en las que el acogedor es algún miembro de la familia del menor; las familias seleccionadas, que se ocupan cuando la familia del menor no se puede hacer cargo; y las familias de urgencia, donde se acoge a menores de 6 años en una duración no superior a seis meses.

A todas ellas, el Gobierno regional va a destinar este año 5.975.000 euros, lo que supone un incremento del 63% con respecto al presupuesto de 2016, según anunció el consejero, Carlos Izquierdo. Pero, además, se va a igualar la aportación a las familias extensas, formadas habitualmente por abuelos o tíos del menor en situación de desamparo, que antes recibían menos recursos.

Entre 2.500 y 12.000 euros

«Para muchos de estos familiares, muchos de ellos personas mayores y especialmente en casos de discapacidad, se hacía muy costoso tanto a nivel físico como económico», explica Alberto San Juan, director general de Familia y Menor. Es por ello que este año recibirán la misma ayuda que se concede a las familias extensas y que oscila entre los 2.500 y los 12.500 euros al año en función del número de menores y su grado de discapacidad o dependencia.

El objetivo, según detalló San Juan, es que las familias extensas puedan hacerse cargo de sus parientes menores en situación de especial dificultad, puesto que debido a las distintas circunstancias por las que estos niños no pueden estar tutelados por sus padres «tienen un sufrimiento psicológico que no es tan acusado si pueden estar con sus familiares». En la Comunidad de Madrid hay más de 4.000 menores con algún tipo de medida de protección, de los cuales el 60% se encuentra en acogimiento familiar y el resto en acogimiento residencial. Para ellos, el Gobierno regional cuenta con 1.050 familias extensas, 600 seleccionadas y 19 de urgencia.

Y es que son muchas las circunstancias por las cuales un menor termina bajo la guarda o tutela de la Comunidad. Junto a las situaciones graves por cuestiones penales como en los casos de maltrato u orfandades repentinas, también existen otras circunstancias que obligan a los padres a pedir ayuda al Gobierno regional. «Por ejemplo, una madre sola que por una enfermedad no puede cuidar del pequeño y pide la guarda temporal», explica San Juan, que añade que en esos casos se acompaña al niño a visitar a su familiar al hospital.

«Nos gustaría tener más familias seleccionadas, pero es un procedimiento largo, con varias jornada informativas y formativas, que se puede prolongar más de un año hasta obtener la idoneidad», señaló el director general de Familia y Menor, que detalló que también pueden ser familias seleccionadas personas sin hijos que quieren acoger. De hecho, muchos de estos acogimientos suelen terminar en adopciones, aunque los abuelos no pueden adoptar sí pueden hacerlo los tíos, y también entre familias seleccionadas.

Otra de las medidas que ha puesto recientemente en marcha la Consejería de Políticas Sociales y Familia es la creación el pasado mes de marzo de una mesa de trabajo para el acogimiento familiar, donde entidades, asociaciones, familias y representantes de la Dirección General de la Familia, trabajan para dar respuesta a las necesidades de todos los actores protagonistas de la acogida familiar. Esta mesa, que se reúne todos los meses, tiene como prioridad fijar los objetivos del acogimiento y la formación de los acogedores, así como fomentar la promoción social e institucional del acogimiento familiar.