MADRID- Ayer fue el turno de que la ex directora de Operaciones de Madridec, María Cabeza de Quirós, diera explicaciones ante el juez instructor del número 51, Eduardo López-Palop. Cabeza, que acudió a Plaza Castilla en calidad de testigo, negó en sede judicial que hubiera un trato de favor de la empresa municipal hacia Miguel Ángel Flores, aunque reconoció que se perdonó una de las deudas de Diviertt con la empresa municipal porque no funcionó el aire acondicionado en uno de los eventos en la Caja Mágica y los clientes se quejaron. Así lo manifestó el abogado de la familia de Belén Langdon, Abdón Núñez, a la salida del juzgado, en declaraciones recogidas por Europa Press.

La ex directora de Operaciones fue preguntada acerca de un correo electrónico que firmaba dirigido a Flores en el que le proponía dar cobertura jurídica a la exclusiva del pabellón municipal en favor del promotor de la fiesta de Halloween. Pero la testigo negó este extremo y aseguró que se le cesó, al igual que al director y al consejero delegado, por este motivo. Y ha dicho ser «una cabeza de turco».

Pero el letrado de la familia Langdon aseguró que «aunque lo niegue, está claro que hubo un trato de favor. Un mes antes se firmó un contrato de exclusividad que fijaba que el pago se debía realizar 60 días después cuando lo normal eran 30 días. Y, además, según el código de buenas prácticas no se podía contratar con una empresa que no tuviera las deudas al corriente. Y esta empresa no lo estaba». Asimismo, Núñez y la abogada de la familia de Cristina Arce, María José Siñeriz, aseguró que la ex directora de Operaciones de la empresa municipal habría confirmado que el promotor del evento «jamás» solicitó verificar desde que trabajaba con ellos la licencia de funcionamiento del pabellón Madrid Arena. Y reconoció que ella tampoco vio la licencia. Según los abogados, la ex empleada de Madridec indicó que el encargado de vigilar las cámaras de seguridad debía haber informado de cualquier incidencia ya que se encargaban de la «seguridad pasiva», mientras que los empleados de Kontrol, 34, se encargaban del control de accesos. Sin embargo, la pasada semana, el vigilante de Seguriber con estas funciones, Roberto Mateos, aseguró en sede judicial que ni sabía cómo funcionaban las cámaras ni cuántas había, ya que entró a trabajar con la empresa una semana antes del evento.

Según el abogado, Quirós habría dicho también que de saber que los planos que aportó Flores no coincidían con lo que finalmente se hizo, hubiera decidido no abrir el pabellón esa noche. La fiesta contó con más barras de las previstas y con otra distribución, lo que bloqueaba algunos de los accesos de salida. Por su parte, el abogado Felipe Moreno, que representa a la familia de Rocío Oña, destacó a la salida de la declaración que Quirós había manifestado que fue cesada a consecuencia del citado correo electrónico, por lo que llegó a asegurar que fue «una cabeza de turco». El viernes declararán otros dos testigos: Antonio Vives y María Jesús Montiel.