Los vecinos aplazan el primer desahucio en la EMVS de Carmena

La Empresa Municipal de Vivienda ordena desalojar a una familia de Vallecas con tres menores.

Ahora Madrid, con Manuela Carmena a la cabeza, llegó al Palacio de Cibeles hace ocho meses con varias promesas estrella, como paralizar todos los desahucios en la capital. Pero, a día de hoy, se siguen produciendo incluso en viviendas gestionadas por el propio Ayuntamiento. Prueba de ello es que ayer mismo estaba previsto el desahucio de una familia de siete personas –entre ellas, tres menores–, de un piso ubicado en la calle Sierra de la Sagra, en el barrio de Vallecas, que gestiona la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), un organismo que depende del Ayuntamiento.

Se trata de la familia de Rafael, a la que la EMVS quiere desalojar con el argumento de que provoca problemas de convivencia con otros inquilinos. Este desahucio estaba previsto para ayer por la mañana, cuando vecinos y miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Vallecas se concentraron desde primera hora ante el edificio para intentar evitarlo. Dos horas y media después apareció la comisión judicial y representantes de la inmobilaria que gestiona los alquileres de esta promoción, pero nadie de la EMVS. Fue allí, en la puerta, donde la PAH de Vallecas convenció a la comisión de que la familia de Rafael no está en situación irregular ni es conflictiva, algo que avaló una veintena de vecinos, que firmaron un escrito dando fe de que no tienen problemas con esta familia.

Gracias a esta movilización, los presentes consiguieron evitar que este desahucio de la EMSV se produjera ayer, pero ya hay fecha prevista para volver a intentarlo: el próximo 6 de abril, en menos de dos meses.

Durante ese breve plazo de gracia, la Plataforma seguirá intentando que la EMVS ofrezca una solución definitiva a esta familia. Además, fuentes de la propia PAH de Vallecas reconocen a LA RAZÓN que «llama mucho la atención» que el actual Gobierno municipal, algunos de cuyos responsables actuales fueron hasta hace poco destacados activistas antidesahucios, «no pueda dar un golpe en la mesa y decir “basta ya” a estas situaciones». Por eso, la PAH exige «más contundencia y transparencia» a la Empresa Municipal de Vivienda que gestiona Ahora Madrid y no descarta concentrarse frente a la sede de este organismo para exigir soluciones a la situación de esta y otras familias en circunstancias similares.

La Plataforma también se queja de que la EMSV acuse a esta familia de ser conflictiva. Algo que contradice al concejal de Centro y Chamberí, Jorge García Castaño, que el día antes respondía a críticas en las redes sociales asegurando que «no hay desahucios en la EMSV sólo por no pagar». En la misma línea, la propia alcaldesa presume públicamente desde hace meses de que «ya no hay desahucios en Madrid».

Pues, según los colectivos antidesahucios, sí los hay –incluso en pisos municipales– y sólo por la imposibilidad material de pagar los alquileres de la EMSV.

De hecho, la PAH de Vallecas contradice al Gobierno de Carmena al insistir en que el problema de Rafael, «como el de tantas otras familias», es sólo económico, no de convivencia o por estar en situación irregular.

La Plataforma añade que Rafael sí quiere pagar, por eso lleva tiempo solicitando que el Ayuntamiento le conceda lo que se conoce como un «alquiler social»: una cuota más reducida de la que se fija para estos pisos municipales y ajustada a las posibilidades de la familia afectada en proporción a sus ingresos actuales.

Promesa incumplida

Tras ocho meses con el nuevo Gobierno municipal, que llegó prometiendo acabar con todos los desahucios económicos, resulta que este drama sigue ocurriendo en la capital y hasta en pisos gestionados por el Ayuntamiento.

Una realidad que recuerda las palabras de uno de los hombres fuertes de Carmena, su coordinador general, Luis Cueto, cuando reconoció públicamente que «el Ayuntamiento no puede paralizar desahucios» y que «decirlo así» antes de las elecciones «fue un error». El reconocimiento de una promesa incumplida que no resuelve el problema de esta familia, pendiente ya de que la EMVS no intente echarla otra vez en dos meses. Ayer no lo consiguió, pero sólo gracias a los vecinos.