Ayuntamiento de Madrid
El Ayuntamiento de Madrid aprueba por unanimidad la Operación Chamartín
El proyecto aprobado en el Pleno de la capital por la totalidad de los grupos municipales -Más Madrid, PP, Ciudadanos, PSOE y Vox- permite superar un bloqueo de 26 años
El proyecto aprobado en el Pleno de la capital por la totalidad de los grupos municipales -Más Madrid, PP, Ciudadanos, PSOE y Vox- permite superar un bloqueo de 26 años.
Después de 25 años y media docena de redefiniciones del proyecto, el pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la Operación Chamartín, rebautizada como Madrid Medio Norte. Un proyecto que la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, quiso aprobar antes del final de la pasada legislatura pero no logró apurar los plazos para hacerlo antes de las elecciones de mayo y después de haber rehecho el planeamiento por enésima vez.
Con el apoyo de todos los grupos municipales, pese a que el debate se ha centrado en quién se llevaba el crédito de la aprobación final del proyecto, salvo en el caso de Vox que ha decidido que "las medallas se las pongan otros". Así, la concejala socialista, Mercedes González ha recordado que es a la Operación Chamartín fue diseñada por el ministro Josep Borrell del PSOE, mientras que José Manuel Calvo de Más Madrid consideraba que su rediseño de Madrid Nuevo Norte era el mejor y tanto el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, como la vicealcaldesa, Begoña Villacís, apuntaban a que el Gobierno liberal de Ciudadanos y PP habían conseguido llevar a término el planeamiento urbanístico.
Al margen de esto, finalmente se ha aprobado la Operación Chamartín que contempla la construcción de 10.500 viviendas, el 24 por ciento de ellas con protección pública, la remodelación de la estación ferroviaria de Chamartín y la creación de un nuevo centro de negocios anexo, dentro de un ámbito que comprende 3 millones de metros cuadrados. Además, el delegado de Desarrollo Urbano ya avanzó en la Comisión del ramo que en los siguientes 20 años, que es lo que tardará en desarrollarse la operación urbanística, se buscarán formas de "mejorarla"planteando, entre otras cuestiones, que el operador privado contribuya a la remodelación del nudo norte de la M-30.
25 años de historia
La Operación Chamartín se remonta a 1993 cuando Renfe, entonces dependiente de un Gobierno del PSOE, concedió a un consorcio privado del banco Argentaria (ahora integrado en el BBVA) los terrenos del recinto ferroviario. Esta promotora, de la que también formaba parte, como ocurre en la actualidad, la Constructora San José fue bautizada como Duch (Desarrollo Urbanístico de Chamartín) y es la actual Distrito Castellana Norte.
Cuatro años después, en 1997, el plan Chamartín apareció ya reflejado en el planeamiento urbanístico de la ciudad, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), bajo el epígrafe "Prolongación de la Castellana e integración de las áreas ferroviarias de Chamartín y Fuencarral". En 2002 este plan se transformó al aprobar una modificación del PGOU, el mismo proceso que se está tramitando en la actualidad. Fue entonces cuando más lejos se llegó: se firmó el convenio de gestión y ejecución con Magdalena Álvarez como ministra de Fomento y Alberto Ruiz-Gallardón ocupando la Alcaldía de Madrid. Era 2008.
También se aprobó, en 2011, un plan parcial, el último trámite administrativo, y se llegaron a establecer las Juntas de Compensación, pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló el proyecto en 2013 por contravenir las alturas permitidas.
La Operación Chamartín volvió entonces a la casilla de salida y se reformuló bajo el nombre de Distrito Castellana Norte, que preveía 17.000 viviendas y llegó a ser aprobado de forma inicial en 2015 por el Ejecutivo de Ana Botella (PP), pero la regidora terminó su mandato sin llevarlo al Pleno para su votación. Botella tenía enfrente a PSOE, Izquierda Unida y UPyD, pero no necesitaba sus votos porque los 'populares' contaban con mayoría absoluta.
Tras las elecciones, el Ayuntamiento de la capital cambió de color político por primera vez desde 1993 y el Gobierno de Manuela Carmena anuló en 2016 lo que consideraba un pelotazo urbanístico. Ahora Madrid presentó un nuevo plan, Madrid Puerta Norte, que quería rebajar el área urbanizable y el número de viviendas -de 17.000 a 4.600- y que fue rechazado tanto por la promotora, como por el Ministerio de Fomento, propietario de los terrenos y entonces en manos del PP.
Los tres actores empezaron entonces a negociar un plan que dividía al equipo de Gobierno, pues los ediles más radicales denunciaban especulación en la explotación privada de suelos públicos. Pero se logró un acuerdo. Era abril de 2017 y se había pactado la ejecución de 10.500 viviendas y un millón de metros cuadrados para negocios.
La operación, bautizada ahora como Madrid Nuevo Norte se aprobó inicialmente en septiembre de 2018, con el visto bueno del Gobierno socialista de Pedro Sánchez, al frente de Fomento, pero en mayo se repitió la historia: el Gobierno de Carmena no lo llevó a pleno para su votación porque la Comunidad de Madrid dio su visto bueno tres días antes de las elecciones y además pidió retoques.
El nuevo Gobierno de José Luis Martínez-Almeida decidió no volver a sumir a este proyecto en su particular día de la marmota y ha aprobado un texto con el que dice tener discrepancias pero que espera validar con unanimidad. El alcalde confía en que las primeras obras se acometan en el segundo semestre de 2021.
En su larga transformación, la Operación Chamartín no implica ya la prolongación de la Castellana pues ahora es la calle Agustín de Foxá la que estructura el nuevo distrito financiero, prolongándose y conectando con un túnel subterráneo las oficinas. En superficie habrá un bulevar, que en una de sus aceras tendrá negocios y en la otra, viviendas. De la Castellana sí se soterrará un tramo desde las Cuatro Torres al distrito financiero, a la altura de Begoña. Además, Madrid Nuevo Norte conlleva también la ampliación de la línea 10 de metro, el cubrimiento de parte de las vías ferroviarias y la reforma de la estación.
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