El atletismo renace en Vallehermoso 11 años después de su demolición

200 atletas de primer nivel reinaugurarán el estadio este domingo. La Federación espera que estas nuevas instalaciones alberguen el Campeonato Europeo por Naciones 2023.

El próximo fin de semana el estadio Vallehermoso volverá a abrir sus puertas al atletismo de alta competición. Así, once años después renace de sus cenizas. Toda una paradoja ya que, el que fuera símbolo del atletismo patrio se erigió, en 1961, sobre lo que había sido el antiguo Cementerio de San Martín, que reubicaron.

«Éramos la única capital europea que no contaba con un estadio de atletismo donde se pudieran realizar competiciones internacionales. Era imprescindible recuperarlo», explica a LA RAZÓN, Raúl Chapado, presidente de la Real Federación Española de Atletismo. Él, al igual que la mayoría de aficionados a este deporte, está emocionado con la reapertura de esta sede. Su derribo en 2008, durante la alcaldía de Gallardón, se achacó al plan municipal para crear unas instalaciones nuevas de cara a la candidatura olímpica de la capital. Sin embargo, las promesas quedaron en papel mojado. «La idea original contaba con un presupuesto de 110.000 millones de euros y tendría una capacidad para 32.000 espectadores, pero con la crisis las inversiones cayeron en picado y la inversión se fijó en 32.000 millones», explica Chapado. Su licitación se llegó a publicar, pero quedó vacante. Y el proyecto quedó en el olvido, «hasta que llegó Manuela Carmena y se retomó, pero con un presupuesto mucho más modesto, de 14 millones de euros», sostiene el responsable del atletismo español. Del diseño desaparecían las oficinas y varios puntos anexos. Pero, eso sí, la obra se ha conseguido ejecutar en un corto periodo de tiempo, ya que las obras se iniciaron en abril del pasado año y la primera competición se celebrará el próximo domingo. Será el Meeting Madrid y reunirá a más de 200 atletas de alto nivel.

«Nuestra intención es que, con este estadio podamos aspirar a organizar grandes eventos», insiste Chapado. Es más, ya tienen los ojos fijados en el Campeonato Europeo de Naciones 2023 para el que «Kiev es nuestro único rival. Creo que tenemos muchas posibilidades de conseguirlo».

Los mejores atletas del mundo pisaron Vallehermoso. Y no sólo eso, también se lograron grandes hazañas. Es más, unos años antes del cierre, en el estadio se establecieron nuevos récords. Si Edwin Moses perdía su hegemonía, que duró casi una década, en los 400 metros vallas, para cederle la primera posición a Danny Harris, la atleta rusa Yelena Isinbayeva obtenía su sexto récord del mundo de salto con pértiga.

Pero, ¿cómo va a ser este nuevo recinto? ¿podremos presenciar hazañas similares? Como explica Chapado, técnicamente es muy completo. Tendrá una capacidad para 10.000 espectadores, con gradas parcialmente cubiertas, una pista de 400 metros de cuerda y ocho calles, así como cuatro habilitadas para salto de vallas y cinco para pértiga. Pero, sin duda, uno de los aspectos del diseño que más gusta a los atletas es la pista cubierta de entrenamiento. «Los deportistas van a poder ver lo que sucede en la competición mientras se preparan, ya que, al contrario de en la mayoría de estadios del mundo, la pista para calentar no está soterrada y así van a poder tener una visión periférica», insiste el presidente de la Federación. No hay duda de que una de las claves del éxito en el diseño del nuevo estadio es que su arquitecto sea Alfonso Cano, saltador de pértiga. «Él ha sido el responsable de escoger el color lima de las calles que contrasta con el anillo verde del césped que lo rodea». ¿Por qué este tono tan diferencial? «Para que cuando se hagan fotos en las competiciones, sólo con ver el color de la pista ya se identifique con Vallehermoso», asevera Chapado.

En este momento, si decide darse un paseo por la zona de Chamberí donde está ubicado –vecino del polémico campo de golf que permitió construir Aguirre en el Parque Santander y que ya derruyeron– le dará la sensación de que las instalaciones no están terminadas, pero no es así. «Lo visité la semana pasada y cuando el espectador entre el próximo fin de semana verá que en el interior está cuidado cada detalle. Lo único que queda por rematar es el acabado del entorno, que es en lo que trabajan. Quieren hacer una valla transparente por ambos lados para colocar plantas en el interior y que parezca un muro vegetal».

Sin embargo, la finalización definitiva de las obras va estar muy pegada al primer concurso que albergue. Como ha confirmado el Consistorio a este diario, «lo más probable es que finalicen el viernes. Van contrarreloj».

Con la reapertura del estadio, el mundo del atletismo no solo quiere atraer, de nuevo, a figuras importantes de este deporte, sino que también «queremos revitalizar su afición», destaca Chapado. «En los años 70 y 80 había mucha, pero con la desaparición de este estadio, de la Peineta y del incendio que derribó el Palacio de los Deportes, bajó un montón. Eso sí, creemos que en uno o dos años, podemos conseguir que vuelva a crecer, que se revitalice». Y es que otra de las alegrías que este nuevo estadio da a la Federación es que el uso habitual que se le va a dar es el de escuela municipal. «Sus instalaciones las van a poder utilizar los clubes de barrio donde cada vez se inscriben más niños. Es más, desde hace unos años, el número de chicas que practican este deporte está por encima del de chicos. Los padres que se han iniciado en el ‘‘running’’ de adultos quieren que sus hijos lo practiquen porque han percibido sus beneficios».

Hasta el momento, el estadio que se estaba utilizando es el de Moratalaz o, para competiciones «indoor», el Gallur en el barrio de Los Cármenes. Es más, la competición que se va a celebrar este fin de semana se hacía en Moratalaz hasta el momento. «Para que te hagas una idea de la ilusión que ha despertado el nuevo Vallehermoso, para esta edición se ha triplicado la venta anticipada. Ya tenemos 3.000 entradas vendidas, cuando antes sólo conseguíamos que se retiraran un centenar de forma anticipada». Sin duda, el resurgir del estadio Vallehermoso crea ilusión, y mucha.