Con apenas 24 horas de diferencia, Valiente –tercer teniente de alcalde– presentó el Plan de derechos de la ciudad y votó en contra de la liberación de Leopoldo López.

Lo escribió dos años antes de entrar a formar parte del Gobierno de Manuela Carmena: «Hoy más que nunca con Venezuela y su revolución. Capriles fascista. Los imperialistas y sus matones no pasarán». Mauricio Valiente, abogado de profesión y portavoz de Izquierda Unida en la región, es el tercer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Madrid. Nunca ha ocultado su profunda admiración hacia el régimen chavista de Venezuela. Tampoco el espejo que representa para él la dictadura de los Castro: «Cuba es y será ejemplo de dignidad. Viva Cuba socialista», reconocía en 2015.

Sin un área de Gobierno bajo su responsabilidad directa, su peso y visibilidad dentro del Ejecutivo de Ahora Madrid no han hecho más que crecer en los últimos meses. Como consecuencia de la confianza que la alcaldesa ha depositado en él y de los errores cometidos por algunos de sus compañeros de partido, Valiente ha encontrado por fin su espacio en el entramado de corrientes y familias que integran su grupo. Es el interlocutor entre el Gobierno municipal y el Comisionado de la Memoria Histórica y ha pactado junto al PSOE la creación de la Oficina Antifraude. Su proyecto estrella hasta la fecha, sin embargo, es la redacción del Plan de Derechos Humanos aprobado en febrero por la Junta de Gobierno presidida por Carmena. Precisamente esta semana, Valiente informó en el Pleno de Cibeles del visto bueno a este plan: «Lo aprobamos para que la cultura de los derechos humanos no deje de ser un discurso florido y se convierta en una realidad de exigencia democrática de los vecinos de la ciudad».

Apenas veinticuatro horas después de su encendida defensa de los derechos humanos, el grupo municipal de Ahora Madrid se partía: Carmena y la primera teniente de alcalde, Marta Higueras, se quedaron solas en su apoyo a una moción del PP sobre derechos humanos en Venezuela. Al margen de la imagen de división, la votación dejó una pregunta sobre la mesa: ¿Puede el impulsor del Plan de Derechos Humanos para Madrid votar en contra de exigir la liberación de un preso político? Valiente demostró que sí se puede. Junto a otros cinco compañeros de bancada, votó «no» a la propuesta del PP para exigir al Gobierno venezolano la liberación de Lepoldo López, Antonio Ledezma y del resto de opositores a Maduro. Y repitió su voto en contra a la petición para que Carmena reciba a las familias de los presos políticos.

La votación del pasado martes no es la primera en la que el «guardián» de los Derechos Humanos en el Ayuntamiento deja al descubierto sus contradicciones. En las otras dos ocasiones en las que el Pleno, en la presente legislatura, planteó iniciativas de apoyo a la oposición democrática en Venezuela, Valiente también dijo «no». En marzo del pasado año, el edil del PP Pedro Corral defendió una moción para que el Ayuntamiento dedicase un monumento de homenaje a la revolución húngara de 1956 y a las víctimas de la represión soviética en aquel episodio histórico. En esta ocasión, el tercer teniente de alcalde no rechazó aquella iniciativa porque previamente había abandonado el Pleno junto a otros cuatro concejales de Ahora Madrid. No en vano, también la Unión Soviética conforma, a juzgar por los mensajes que lanza en las redes sociales, otro de las referencias democráticas del concejal: «Hoy 7 de noviembre, 96 años de la revolución soviética. Construir la igualdad nunca fue fácil pero con su ejemplo y el poder popular ‘‘sí se puede’’».

Otra de las causas que con mayor fervor abraza el dirigente de Izquierda Unida es la campaña internacional por el boicot a Israel, sobre la que la varios tribunales ya se han pronunciado al declararla inconstitucional y contraria a la legalidad internacional y a los Derechos Humanos.

La negativa de varios ediles de Ahora Madrid a apoyar la liberación de Leopoldo López, detenido en el transcurso de una manifestación en Caracas, contrasta con la defensa que Valiente siempre ha realizado de «Alfon», detenido durante la huelga general de 2012 por llevar un artefacto explosivo en una mochila: «Todo mi apoyo a Alfon, símbolo de la criminalización de la protesta social».