Carmena aumenta un 25% el contrato de retirada de residuos para frenar las quejas

Implanta el contenedor para restos orgánicos que funcionará en todos los distritos en 2018

La suciedad en las calles y el funcionamiento de los contratos para la recogida de basuras son dos de los asuntos que más preocupan a los madrileños y, como consecuencia, generan muchas quejas para el Ayuntamiento de Madrid, cuya Junta de Gobierno aprobó ayer el nuevo Plan de Gestión de Residuos (para el periodo 2017-2022) que ha aumentado un 25,8% su presupuesto. En concreto, según los datos que ofreció la concejal de Medio Ambiente Inés Sabanés, el Ejecutivo de la capital, que renunció a la remunicipalización del servicio, aumentará en 35 millones de euros un contrato cuyo gasto anual asciende a 687,1 millones de euros. Una cantidad que irá aumentando cada anualidad con la puesta en marcha de nuevos servicios. Además, el Gobierno de Manuela Carmena ha decidido dividir el nuevo contrato en tres zonas –en la actualidad sólo había dos: centro y periferia– de forma que se modificará el sistema de gestión de la recogida de las basuras entre los diferentes distritos. Asimismo añaden la novedad de que, para poder optar al concurso, las empresas deberán acreditar un volumen anual de negocio mínimo en al menos uno de los tres últimos ejercicios de mayor o igual importe del contrato en 2017 para el lote al que opten. También deberán ser gestores de recogida de residuos en poblaciones de más de 150.000 habitantes y por un importe mayor o igual a 7.000.000 anuales, una modificación que facilitará una mayor concurrencia de empresas que tendrán que apostar por la creación de empleo estable.

En este concurso de gestión de residuos, en el que se adjudicará el servicio por cuatro años (prorrogable dos más) y que entrará en vigor el 1 de noviembre, se ha incluido también la renovación de los 428 camiones de la basura que en la actualidad presentan un importante estado de deterioro.

El cubo marrón, en noviembre

Ya en lo que respecta al día a día del ciudadano, el nuevo plan incluye la implantación de un nuevo contenedor para los residuos orgánicos.

El quinto cubo, que será de color marrón y que ya funciona en otras ciudades españolas como Bilbao, estará en pruebas en Madrid desde noviembre. Nueve distritos serán los primeros en probarlo después de un periodo de experiencia piloto entre grandes generadores de residuos. Sabanés explicó que este contenedor, que estará implantado en todos los barrios de la ciudad a partir del 1 de noviembre de 2018, se dedicará a la recogida doméstica de la fracción de biorresiduo. El proyecto contempla también programas de recogida puerta a puerta de cartón y vidrio.