Caen a la mitad los robos en Lavapiés

Lavapiés, emblema de la multiculturalidad madrileña (conviven más de 80 nacionalidades distintas), siempre ha destacado por ser un barrio con un alto índice de «ilegalidades», pese a estar en pleno centro de la capital. La presencia policial no lograba impedir, hasta hace bien poco, el trapicheo constante de droga –incluso en comercios dedicados, aparentemente, a otros menesteres–, los hurtos y robos con fuerza en vía urbana, ni los pisos patera dedicados a talleres ilegales de costura, «asesorías» para inmigrantes donde conseguían papeles a los irregulares o almacenaban CD y DVD piratas. El barrio suele estar lleno de subsaharianos cargados de bolsas enormes que se abastacen de esta mercancía en los pisos de la zona, el «Mercamadrid» de la piratería. Todos estos hechos delictivos, unido a los boicots de detenciones policiales de los últimos meses, han urgido a la Delegación del Gobierno en Madrid a desarrollar un Plan Integral de mejora de la seguridad y la convivencia en el barrio. Para ello, la institución dirigida por Cristina Cifuentes convocó una mesa técnica en la que han participado instituciones y 15 asociaciones de todo tipo, especialmente de comerciantes y vecinos. El plan comenzará a rodar en su totalidad en los próximos días, pero ya hay muchas medidas que se vienen desarrollando desde antes del verano. Lo primero fue incrementar la presencia policial, con un mínimo de 25 agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de media (a pie, en moto o de paisano), además de los efectivos de la Policía Municipal. En estos casi seis meses, la criminalidad se ha visto reducida en dos puntos, una cifra bastante superior a la media del distrito centro, que ha disminuido en 0,8 puntos, según fuentes policiales. Además, los delitos que crean más alarma social (robos con fuerza en domicilio, robos con violencia en establecimientos comerciales y en vía pública, así como en zonas de ocio, se han reducido a la mitad desde que se puso en marcha el operativo, según las mismas fuentes. Aunque mejorar la seguridad en Lavapiés no es, ni mucho menos, tarea de la Policía, que actúa básicamente cuando el delito se ha cometido o se va a cometer. Detrás del plan impulsado por Cifuentes, y en el que participan la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, hay una gran labor pedagógica en centros escolares y de mayores, con los comerciantes y los vecinos del barrio para prevenir la inseguridad. Se incide entre los menores en la peligrosidad de introducirse en bandas latinas o en temas de acoso escolar y a los mayores se les explica, por ejemplo, cómo aumentar las precauciones para evitar robos en domicilios o en cajeros automáticos. La Delegación del Gobierno ha remitido al Ministerio del Interior propuestas para su inclusión en la nueva Ley de Protección de Seguridad Ciudadana en materias como «prostitución, mendicidad agresiva, ocupación de inmuebles, ingesta de alcohol en vía urbana...» para convatir así la inseguridad ciudadana. El Plan también incluye medidas en materia de medio ambiente o de salud, como un equipo de calle de Salud Mental para indigentes.