Relaciones laborales
Ribera de Salud renuncia al derecho de tanteo en el hospital de Dénia
Sanidad confirma que existe un principio de acuerdo para revertir la concesión antes de elecciones. Comprará las acciones y no esperará a que finalice el contrato en 2024
Sanidad confirma que existe un principio de acuerdo para revertir la concesión antes de elecciones. Comprará las acciones y no esperará a que finalice el contrato en 2024
El grupo Ribera Salud ha decidido renunciar al derecho de tanteo sobre las acciones en el hospital de Dénia y negociar con la Conselleria de Sanidad la venta de su 35 por ciento de participación en la gestión del centro (el resto se encuentra en poder de la aseguradora alemana DKV).
Ayer, la consellera del ramo, Ana Barceló, confirmaba que existe un «principio de acuerdo» para revertir el Hospital de Dénia, centro público de gestión privada, antes de las próximas elecciones autonómicas en mayo de 2019. Declaró que la negociación se espera concluir «más pronto que tarde».
Desde Ribera Salud se confirmaron los encuentros mantenidos en las últimas semanas con los representantes del Gobierno valenciano para tratar «este y otros asuntos».
No quisieron hablar de fechas ni del importe de la venta de las acciones, pero todo indica que las conversaciones están muy avanzadas y que la firma podría celebrarse en unos meses.
Sin partida presupuestaria
A la espera de finalizar con las liquidaciones de este centro, «que no se habían practicado desde que se puso en marcha la concesión», la Conselleria busca ahora el modo de hacer efectivo el traspaso y sobre todo, cómo pagar la reversión.
El contrato con las concesionarias (Ribera Salud y DKV) finaliza en 2024. Si Sanidad esperara hasta esa fecha, la reversión sería gratuita. Adelantarla supone el desembolso de millones de euros (los 40 millones que pide DKV más lo que pedirá Ribera Salud) que ni siquiera están presupuestados para este año de elecciones.
Recuperar la gestión de todos los hospitales públicos ha sido uno de los puntos en los que más ha hecho hincapié el gobierno de Ximo Puig, y que tuvo como abanderada a la anterior consellera de Sanidad, Carmen Montón.
El pasado 1 de abril, el hospital de Alzira, que dio nombre a dicho modelo de gestión, regresaba a manos de la Generalitat valenciana. Desde entonces, han sido varias las quejas del personal y de los pacientes que consideran haber perdido con el cambio.