Los Jaime I premian la lucha contra el cáncer y contra la muerte súbita

Los Premios Jaime I han reconocido este año a entidades e investigadores que luchan contra el cáncer o la muerte súbita, y a científicos y empresarios por sus trabajos en el campo de la óptica, la biotecnología, los efectos del cambio climático o el mercado de trabajo. Ningún valenciano y ninguna mujer entre los garlardonados en esta vigésimo séptima edición, la última a la que asiste Alberto Fabra en calidad de presidente de la Generalitat.

La de ayer fue una ceremonia que se ajustó a la tradición, es decir, breve y con pocas sorpresas, excepto la aparición del presidente de la Fundación promotora, Santiago Grisolía, apoyado en un bastón. Por lo demás, el mismo jurado (compuesto por 21 Premios Nobel) y los mismos criterios para elegir a los que habrían de llevarse los 100.000 euros con los que están dotadas cada una de las categorías.

Luis Manuel Liz-Marzán (Investigación Básica); Josep Brugada Terradellas (Medicina Clínica); Juan José Dolado (Economía) Josep Peñuelas Reixach (Protección del Medio Ambiente); Pablo Artal Soriano (Nuevas Tecnologías); Óscar Landeta Elorz (Nuevas Tecnologías) y la Asociación Española Contra el Cáncer (Compromiso Social) recogerán el próximo otoño, en La Lonja de Valencia, el diploma que les acredita como merecedores del segundo premio (por detrás de los Princesa de Asturias) con mayor reconocimiento del país.

Será entonces cuando los galardonados expliquen al mundo su contribución a la mejora de la sociedad y reivindiquen, como también viene siendo tradicional desde hace años, un mayor apoyo a la ciencia y a la investigación. Pero ayer ya hubo quien dejó entrever algunas de estas peticiones. Así, un agradecido Liz-Marzán pedía que al menos parte de la financiación destinada a la ciencia, se dedique a la investigación básica.

Compartían alegría Dolado, quien dijo sentirse «abrumado» por la noticia y Artal, quien declaró que el suyo es un premio «a toda una carrera, no a un trabajo en concreto».

Brugada, por su parte, admitía sentirse «halagado, honrado y feliz», mientras que Peñuelas veía en este premio un reconocimiento a su investigación para promover un uso más racional de los recursos. «Este premio es una gran noticia, pero toca seguir investigando».

Los premiados, no obstante, no estaban solo en sus reivindicaciones, ya que el presidente de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA) y vicepresidente de la Fundación Rey Jaime I, Vicente Boluda, no dejó pasar la oportunidad y, ante aquellos que manejan el dinero, instó a las empresas a apostar por la innovación y por la investigación, y a los gobernantes a hacer lo mismo por la educación, la ciencia y el emprendimiento.

En el que podría ser su último discurso en este acto como presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, alabó el espíritu «emprendedor, dinámico y solidario» del pueblo valenciano, «que sabe hacer muchas cosas bien».

Asimismo, destacó que contar con unos premios de prestigio internacional es un motivo de satisfacción y un ejemplo «de cómo la unión de la sociedad, las universidades, las empresas y el sector público pueden hacer realidad un empleo de esta magnitud».

En cuanto al nuevo premio que se ha incorporado a esta edición, al Compromiso Social, patrocinado por la Generalitat, declaró que pretende honrar a las personas o entidades que han desarrollado una importante tarea a favor de los demás «en esta época en la que la crisis ha golpeado con dureza en muchos sectores de la sociedad».