Valencia
La plantilla del hospital de Alzira, contra la Conselleria por impagos y abusos
Los trabajadores denuncian retrasos en el cobro de nóminas e incentivos y el incumplimiento del convenio colectivo desde que la Generalitat gestiona el centro
Los trabajadores denuncian retrasos en el cobro de nóminas e incentivos y el incumplimiento del convenio colectivo desde que la Generalitat gestiona el centro
Los trabajadores del Hospital de La Ribera en Alzira (Valencia) se manifestaron ayer frente al centro para protestar por los «incumplimientos» de la Conselleria de Sanidad en materia de personal y retributiva. Los empleados, que desde el pasado 1 de abril están bajo la dirección de la Generalitat, denuncian que el Departamento que dirige Ana Barceló les adeuda tres millones de euros solo de este año.
La gestión del hospital estuvo hasta el pasado abril en manos de la empresa concesionaria Grupo Ribera Salud, pero el traslado de competencias al sistema público no está siendo todo lo perfecto que previó la entonces consellera del ramo, Carmen Montón.
Ayer, la plantilla protestó por asuntos como la decisión de la Conselleria «de indemnizar y no readmitir a los trabajadores con sentencias favorables ante un despido improcedente; por el impago de los incentivos; por la vulneración de los derechos a la representación sindical y por los excesos de jornada y cargas de trabajo».
Con pancartas en las que se podía leer: «Tenemos convenio, cúmplanlo», «Despedidos por la Conselleria» y «Readmisión despedidos, ya», los trabajadores del centro gritaron consignas en contra de la Conselleria.
Reversión «politizada»
En apoyo de la plantilla, la plataforma «SanitatSolsUna» criticó las consecuencias «de una reversión politizada, que nunca valoró el impacto sobre su trabajo y la atención a los pacientes de la comarca».
Para esta asociación, «que defiende la calidad y la excelencia en Sanidad, independientemente del modelo de gestión», la concentración masiva de ayer «demuestra el hartazgo de unos profesionales, que siempre se han volcado en prestar la mejor atención posible a los vecinos, pero que ya no están dispuestos a soportar más incumplimientos por parte de la Conselleria de Sanidad y la nueva gerencia del centro, después de nueve meses de gestión directa de la administración tras la reversión»,
Según los sindicatos con representación en el Comité de Empresa, la Generalitat no les paga una parte de su sueldo, los incentivos, desde que asumió el control, les presiona para trabajar más horas, cambiar horarios y condiciones de trabajo, no consulta con los sindicatos ninguna propuesta, no acepta prejubilaciones parciales, los residentes no han cobrado las guardias desde octubre y la mayor parte de los proveedores tampoco han cobrado desde que se llevó a cabo la reversión, entre un largo etcétera de problemas tras la reversión.
Desde «SanitatSolsUna» declararon ayer que la mayor parte de las consecuencias que ahora sufren profesionales y pacientes ya las advirtieron meses antes de la reversión. «Explicamos los perjuicios que el proceso provocaría y hace meses ya que estamos comprobando que los pronósticos, por desgracia, se están cumpliendo o incluso son peores».
Asimismo, fuentes de esta plataforma recordaron que «incluso antes de la reversión, se menospreció a los trabajadores de La Ribera desde la Conselleria, llamándoles ‘tropa’ y luego cuestionando su profesionalidad y su capacidad para trabajar en la Sanidad pública, donde algunos de ellos llevan atendiendo a los ciudadanos hasta 20 años».
A todo ello hay que añadir, explicaron, que a primera hora el primer día tras la reversión, la Conselleria decidió despedir a once personas, algunas de la antigua dirección del hospital, otras mandos intermedios. «Y a día de hoy, la Justicia ha declarado improcedentes tres de los despidos, los tres en los que se han celebrado juicio. A todos hay que indemnizarles y a dos de ellos, readmitirles».
Más listas de espera y eliminación de pruebas
Por lo que respecta a los pacientes, las consecuencias que están sufriendo tras la reversión «son muchas y muy graves», según la plataforma. Entre ellas: «las listas de espera cada vez son más largas; les han empezado a desviar a una clínica privada de Alzira por primera vez en la historia del hospital; ya no se hace la biopsia rápida de mama con resultados en 30 minutos; el colapso en Urgencias es casi una constante; se están compartimentando espacios que antes eran de espera para pacientes y de paso por la mala gestión de las agendas y ante la imposibilidad de ampliar el hospital a corto plazo; y además, los pacientes no pueden aparcar, mientras el centro reserva plazas en el 'parking' cubierto para la dirección».
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