Elecciones municipales
La parte buena de las Fallas en crisis: menos basura, cenizas y vandalismo
«Ha habido menos problemas. Todo ha funcionado bien», celebra Domínguez
Si la basura es indicador de la riqueza de un pueblo, la que se ha recogido estos días falleros evidencia la grave crisis económica que atraviesa el país. Y es que los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Valencia han retirado de las calles 7.800 toneladas de residuos y 2.300 toneladas de cenizas tras la Nit de la Cremà. Cifras importantes, pero inferiores a las que se registraron el año pasado, pues suponen reducciones del 2,5 por ciento y del 17 por ciento, respectivamente.
La bajada en el volumen de cenizas responde básicamente a dos factores. Por una parte, a que los monumentos falleros han sido en esta ocasión más modestos y, además, la lluvia que cayó el año pasado durante el último día provocó un peso mayor de la ceniza. En cuanto al descenso de los kilos de basura, se debe a un menor consumo de comida y bebidas por parte de los turistas y nativos. Sin embargo, para el grupo municipal socialista, la imagen de la capital durante los últimos días ha sido la de una «ciudad sucia», declaró al respecto la concejala del PSPV Isabel Dolz.
Con todo, los descensos no se limitan a los residuos, pues el vandalismo también muestra síntomas de mejoría. Según explicó la concejala de Medio Ambiente, María Angels Ramón-Llin, las papeleras dañadas han sido 1.103, un 6,8 por ciento menos que en 2012, mientras que los contenedores perjudicados han bajado de los 111 del año pasado, a los 104 de las fiestas que acabaron el martes.
Pero pese a las buenas noticias en este sentido, existen otras cifras que llevan a pensar que aún existe trabajo pendiente en cuanto a la concienciación de la ciudadanía, pues la Policía Local impuso más de 600 multas a particulares por uso indebido de petardos -en 2012 las sanciones apenas rondaron la docena- llegando a decomisarse casi 35.000 unidades. El cambio de legislación, mucho más severa en cuanto a quién y dónde se puede hacer uso de la pólvora, y la «intensa» labor de la patrulla verde, explican dicho incremento, según aclaró el concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez.
Las que al parecer han cumplido a rajatabla la normativa son las comisiones falleras, que se han librado de las sanciones por exceso de ruido o no respetar el horario de cierre de sus verbenas. Así pues, el próximo año volverán a funcionar todas ellas.
En palabra de Domínguez, durante las Fallas de 2013 «ha habido menos problemas (...) Todo ha funcionado bien», salvo la «anécdota» de la falla Ceramista Ros, que tuvo que suprimir algunos elementos por las protestas del colectivo hindú y donde un hombre fue detenido por amenazar con prenderse a lo bonzo si se quemaban las figuras de sus dioses.