Barcelona
Torra presiona a los comunes para que se decanten por un ayuntamiento independentista en Barcelona
El president pierde la oportunidad de rectificar a su portavoz de Govern por rechazar preguntas en castellano
El president pierde la oportunidad de rectificar a su portavoz de Govern por rechazar preguntas en castellano
Hace años, cuando Artur Mas y Francesc Homs presumían ante periodistas de la BBC o France Press de hablar inglés y francés en las ruedas de Prensa posteriores a las reuniones del ejecutivo catalán, el equipo de comunicación del Govern llamó la atención a una periodista navarra por formular preguntas en castellano, si antes no se había planteado en catalán. La disputa quedó en anécdota. Entonces, pocos periodistas protestaron por una norma no escrita incongruente. ¿Por qué se podía preguntar en francés y no en castellano?
La historia se volvió a repetir esta semana. Pero esta vez, no hubo toque de atención fuera de cámaras. Fue la propia portavoz del Govern, Meritxell Budó, la que se negó a responder a una pregunta planteada en castellano con el mismo argumento, que no había sido formulada previamente en catalán. Prueba de que los tiempos han cambiado, más allá de los resultados en las urnas, es que esta vez los periodistas criticaron esta restricción. La polémica ha llegado esta mañana al Parlament. En la sesión de control al president de la Generalitat, la diputada de los comunes, Jessica Albiach, censuró la actitud de la portavoz del Govern. Quim Torra perdió la oportunidad de rectificar y apoyó a Budó. E igual que ella, no fue capaz de responder por qué ve una operación de Estado para arrebatar la alcaldía de Barcelona a ERC y no lo ve en otras ciudades como Tarragona, donde partidos perdedores han llegado a un acuerdo para que no gobierne el candidato de la lista más votada -los comunes apoyarán a ERC para desbancar al PSC-.
Torra volvió a presionar a los comunes para evitar que ERC quede fuera del futuro gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. Insistió en la tesis de que aceptar los votos de Manuel Valls para que Ada Colau revalide la alcaldía con el apoyo del PSC, “significa aceptar los votos del stablishment, de la casta, del Puente Aéreo y los poderes del Estado”. Por sinónimos que no falte. Instó a los comunes a elegir entre “derechos o sillas” o lo que vendría a ser una variable, entre “el ganador de las elecciones (ERC) o un pacto con Ciudadanos (pese a que C's se ha desmarcado de Valls y no cederá ni un concejal para facilitar que Colau repita como alcalde)”.
BComú pregunta entre hoy y mañana a sus bases si prefieren un acuerdo de gobierno con el PSC, "con Ada Colau de alcaldesa", o con ERC, "con Ernest Maragall de alcalde". En ambos casos el acuerdo de gobierno se firmaría tras la investidura y su concreción sería nuevamente sometida a votación por las bases de la organización. BComú decidió anoche realizar una consulta a los cerca de 10.000 inscritos en la formación después de constatar la imposibilidad de constituir un gobierno tripartito y la disponibilidad del PSC a apoyar la investidura de Colau si había un compromiso de gobernar juntos socialistas y comunes.
En el pleno del Parlament, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, echó un capote a los comunes, aunque lo que también quería era censurar la actitud sectaria del Govern y su portavoz. Si bien admitió que Torra desee que los ayuntamientos de Cataluña estén gobernador pos independentistas y a defender un proyecto político determinado, le reprochó que insista en negar la catalanidad del resto de fuerzas politicas.
ERC prefirió eludir la polémica reacción de la portavoz del Govern con las lenguas y centrarse en suscribir los alegatos ante el juez Manuel Marchena de los políticos presos, que abogaron por el diálogo políticos, la concordia y una solución pactada para Cataluña.
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