Andalucía

Más efectos del cambio climático: Una plaga de mariposas invade el Maresme y la Costa Brava

Los ingresos de fauna protegida en centros de la Generalitat baten récords históricos durante la ola de calor

La mariposa del corcho, también conocida como lagarta peluda, se come las hojas de las encinas y alcornoques pero es inofensiva para los hombres y animales
La mariposa del corcho, también conocida como lagarta peluda, se come las hojas de las encinas y alcornoques pero es inofensiva para los hombres y animaleslarazon

La olar de calor dispara hasta hitos históricos los ingresos de fauna protegida en centro de recuperación de fauna salvaje de la Generalitat

«¿Sabes por qué amo a las mariposas? Porque cuando son esos gusanos verdes, rastreros y solitarios, el mundo no los aprecia, pero deciden tomar cartas en el asunto para ser alguien nuevo. Así salen estos hermosos seres que todo el mundo ama, tan libres y tan divinos». Las palabras son de Bufallo Bill, el sádico personaje de «El Silencio de los Corderos» que tanto disfruta matando mujeres, como se deja la piel para ser una de ellas. Este cambio que tanto le obsesiona tiene su simbolismo en las crisálidas de mariposa que aparecen en la garganta de sus víctimas. La especie de mariposa que ayuda a Clarice Starling y a Hannibal Lecter a seguir la pista de este asesino es de la misma familia de la plaga de mariposas que sobrevuela las comarcas del Maresme y de La Selva. Son mariposas nocturnas, de tonos marrones, sólo que la protagonista de «El silencio de los Corderos», tiene una mancha blanca en el dorsal con puntos negros que recuerdan a una calavera.

Pese a que los miles de mariposas que han invadido la costa del Maresme y la Costa Brava se consideran ya una plaga, nadie huye despavorido, porque como dice Bufallo Bill «todo el mundo ama a estos hermosos seres».

Estas mariposas son una especie autóctona que nace en los bosques de encinas o alcornoques y que cíclicamente se reproducen de manera totalmente descontrolada, cada seis o siete años. Lo saben bien en Menorca y Andalucía, donde tras el daño que causó entre 1993 y 1995, en el Parque Natural de los Alcornocales, se estableció un Plan de Lucha Integrada contra la mariposa del corcho. Su nombre en latín es «Lymantria dispar» y también se conoce como «lagarta peluda».

El director de Medio Ambiente del Consell Comarcal del Maresme, Fernando Cabello, constata que el aumento de la temperatura media, como consecuencia del cambio climático, incrementa la velocidad de su crecimiento y facilita su reproducción. Lo mismo ocurre con la mosca blanca, el escarabajo picudo, que ataca a las palmeras, o el tomicus, que ataca a los pinos.

Aunque en su forma de oruga se come las hojas, la mariposa del corcho no es por ahora una amenaza seria para los arboles. De todos modos, anticipándose a esta eclosión, en mayo, se hizo un tratamiento en los bosques. Para tranquilidad de la población, los agentes rurales dicen que esta mariposa (y su versión de oruga) es inofensiva para personas y animales. Recomiendan no hacer nada. Como es una especie autóctona tiene numerosos depredadores y parásitos (pájaros, escarabajos o moscas). Eso sí, en diez días, puede aparecer en los suelos de núcleos urbanos alfombras con sus cadáveres.

Otro efecto del cambio climático, concretamente, de la última ola de calor, es que los últimos tres días de junio se dispararon hasta hitos históricos los ingresos de fauna protegida en los centros de recuperación de fauna salvaje de la Generalitat.

Más de 2.000 ejemplares de fauna protegida, sobre todo, pájaros que no podían volar o cayeron de sus nidos por el calor (pájaros cantores como gorriones o golondrinas), ingresaron entre el 28 y 30 de junio en los tres principales centros de recuperación de fauna salvaje de la Generalitat, Torrefussa, Vallcallent y Aiguamolls de l’Empordà. Todos se vieron superados por el pico de trabajo. Las jornadas laborales se alargaron el fin de semana a las 20.30 y 21.30. Los animales se han de alimentar hasta 4 o 5 veces al días hasta que pueden volver a ser liberados.