Derecho laboral
Los recortes sociales se revuelven contra el Govern en el ecuador de la campaña
Los profesores se suman a la protesta de Mossos, FGC y del SEM y Colau aprovecha la munición para atacar a Torra
Los profesores se suman a la protesta de Mossos, FGC y del SEM y Colau aprovecha la munición para atacar a Torra
Los recortes «extraordinarios» que Artur Mas hizo en tiempos de honda crisis económica se han convertido en ordinarios y munición para disparar contra una Generalitat paralizada entre le procés y los intereses partidistas en tiempos de campaña. Los remiendos del Govern, como el decreto para devolver a los funcionarios el 30 por ciento de la paga extra de 2013 este año, no son suficientes para revertir los tijeretazos. Y la paciencia se acaba. Los sindicatos de educación convocaron ayer a la huelga a los profesores de primaria y secundaria después de no alcanzar un acuerdo con el Govern para recuperar las condiciones laborales que tenían antes de la crisis.
El seguimiento fue escaso. Sólo el 10,77% de los profesores no hicieron clase, esto se traduce en 7.868 docentes. Pero la imagen de 2.200 maestros caminando tras una pancarta que reclama «#revertirlosrecortes» no da votos a los ex consellers Ernest Maragall y Elsa Artadi, que se presentan a la alcaldía de Barcelona con ERC y JxCAT, respectivamente.
Con astucia y habilidad, Ada Colau ahonda en la herida y busca munición para atacar a la Generalitat. El lunes, lanzó una bomba contra Interior, acusó a la Generalitat de no destinar ni un mosso d'esquadra a Barcelona desde 2009, en un intento de quitarse el sambenito, entre otras cosas, de ser la responsable de que los robos con violencia se doblaran en pasado verano en Ciutat Vella. El martes, disparó contra ERC, responsable de las políticas sociales, por no haber construido las residencias geriátricas apalabradas desde 2005. El miércoles, volvió a abofetear a Ernest Maragall por no concretar si defenderá una gestión pública del agua. Y ayer presumió de ser más contundente contra los abusos sexuales y el machismo que Artadi, que antes de ser alcaldable gestionaba el área de la mujer de la Generalitat.
La huelga de los profesores es la segunda que sufre el conseller de Educación, Josep Bargalló, este mandato. Se libró de un seguimiento masivo que lo pusiera entre las cuerdas. «Es final de curso y la otra huelga también cayó en jueves, no me puedo dar el lujo de que me quiten 100 euros más», alegaba Marta, profesora de plástica y visual, como pretexto para no sumarse al paro.
En la plaza Sant Jaume de Barcelona, donde los sindicatos acabaron la protesta, los profesores reclamaron el restablecimiento del horario lectivo de 18 horas en secundaria y 23 en primaria en el curso 2019-2020. Reivindicaron también reducir las ratios, no cerrar grupos en la pública consolidar el personal interino. Bargalló admite que las peticiones son legítimas, pero la prórroga presupuestaria, forzada por intereses partidistas, lo tiene atado de pies y manos.
No es la única huelga contra los de Quim Torra. Los trabajadores del Servicio de Emergencias Médicas hicieron huelga los días 7 y 8 para reivindicar mejoras salariales en el nuevo convenio que están negociando, tras constatar que se ha incrementado el número de cargos directivos y el salario de la nueva gerencia en un 15%. Los Mossos d'Esquadra amenazan con una nueva tanda de protestas también para reclamar mejoras salariales. Y los trabajadores de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya acaban hoy una semana de paros también por lo mismo.
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