Barcelona
La CUP rechaza investir a Mas pero mantiene las conversaciones con JxS
574 de los votos de la asamblea de la formación pedían ir a unas nuevas elecciones en marzo
Un miembro destacado del partido resumió la asamblea: «En realidad no hemos decidido nada»
El futuro de Artur Mas se complica. Los avances que habían conseguido hasta ahora los negociadores de Junts pel Sí con la CUP sufrieron ayer un severo revés, puesto que la militancia de la formación anticapitalista se inclinó mayoriamente por investir a un presidente de la Generalitat diferente al líder de Convergència. En todo caso, la CUP no da por rotas las conversaciones con Junts pel Sí y mantiene la idea de llegar a un acuerdo de investidura que impida unas nuevas elecciones en el mes de marzo. «De todas las decisiones y de todos los debates que hemos tenido, el escenario que más consenso y más adhesiones suscita es el de pedir un plan de ruptura, un plan de choque y una presidencia alternativa a Artur Mas», afirmó el diputado Benet Salellas en el pabellón Nou Congost de Manresa, donde la CUP celebró un «debate nacional» con sus afiliados.
La militancia de la CUP aprovechó la entrada de los periodistas en el pabellón para arrancarse al grito de «Alerta Convergència, se nos acaba la paciencia». De esta manera quisieron exhibir que no se sienten intimidados por las presiones que está realizando el entorno de CDC para forzar la investidura de Mas, a quien también dedicaron algún cántico: «Artur Mas, ¿a qué mutua vas?»
La formación antisistema llevó a cabo una votación para comprobar qué postura suscita más consenso entre sus bases. Planteó cuatro opciones y permitió votar a más de una. La que resultó vencedora fue la de apostar por un presidente alternativo a Mas (823 votos). A continuación, la que obtuvo más apoyos fue la de unas nuevas elecciones (576). La apuesta por investir a Mas se quedó con 434 votos y la de aplazar esta decisión hasta después de las generales logró 139 respaldos.
Un miembro destacado de la CUP resumió así el «debate nacional»: «En realidad no hemos decidido nada.Lo que hemos decidido es que hay que seguir hablando con Junts pel Sí y que no son ellos quienes tienen que marcarnos los tiempos».
A la CUP le irrita que Convergència intente poner fechas límites como la de este jueves, 4 de diciembre, inicio de la campaña de las elecciones generales. No existe ninguna posibilidad de que la CUP llegue a una conclusión esta semana, ya que la formación anticapitalista piensa convocar una asamblea para tomar una decisión definitiva a mediados o a finales de diciembre. No hay fecha todavía, pero lo más probable es que sea el 27-D, es decir, después de las generales.
Los dirigentes de la CUP que tomaron la palabra ante los medios admitieron que existen discrepancias en el seno de su formación, pero aseguraron que todas estas disputas se resolverán de forma interna y no habrá disidencias más allá de sus reuniones. «Tenemos diferencias en la estrategia que hay que seguir, en el primer paso, en el segundo y en el tercero. Pero cuando la CUP salga por esta puerta (la del pabellón Nou Congost) sólo habrá una CUP», subrayó la diputado Gabriela Serra.
Los anticapitalistas se conjuraron de esta forma para afrontar con naturalidad sus «contradicciones» y para hacer suyos los resultados de la mayoría de la militancia. «Mas nos dice que no nos hemos movido y que ellos sí. Que ellos hacen propuestas y nosotros no. Pues ellos proponen el mismo candidato a presidente de la Generalitat desde el 27-S y nosotros ya hemos propuesto cinco modelos diferentes de presidencia», desveló el diputado Benet Salellas.
Tras el debate de ayer, la CUP se propone a partir de ahora «pasar a la ofensiva». «La CUP nunca ha colocado sobre la mesa negociadora la posibilidad de unas elecciones. Si las hay será porque Junts pel Sí no se ha movido», dijo la diputada Anna Gabriel.
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