Barcelona
Joaquim Molins: «Nuestra intención es retirar el ERE de julio y tener actividad once meses al año»
Presidente del Patronato del Liceo
BARCELONA- No parece el mejor momento para aceptar presidir una institución como el Liceo ¿Qué le hizo aceptar el cargo?
– Creo que siempre es un buen momento para presidir el patronato del Liceo, la joya de la corona de la cultura de Barcelona y Cataluña. En la primera reunión con los miembros del patronato, con las administraciones, el pasado 4 de octubre, lo primero que me dijeron es que esperaban que no tuviese remordimientos y la respuesta fue clara, ni mucho menos.
– Su primera decisión como presidente, elegir a Roger Guasch como director general. ¿Por qué?
– Llevamos el proceso de selección con bastante discreción, de manera natural. Acabamos con una criba de 33 personas. Yo no los entrevisté a todos, pero teníamos claro el perfil que queríamos. Tenía que tener experiencia en dirección ejecutiva, saber lo que es tener a tu cargo muchas personas y saber actuar en un contexto de crisis.
– Pero sin ninguna experiencia dentro del mundo de la música o la gestión cultural.
– Al empezar teníamos como requisito que conociera este mundo, pero sólo como un plus. Al final valoramos más que exceliera en los otros apartados que no que no cumpliese con este punto. Además, sí tiene una gran experiencia en el mundo sanitario y la sensibilidad de médicos y enfermeras yes parecida a la de músicos y cantantes. Su estado de ánimo influye decisivamente en la calidad de su trabajo. Buscábamos a un motivador que estuviese acostumbrado a trabajar en contextos de crisis.
– ¿Qué es lo primero que le ha pedido?
– Que prepare un plan director capaz de hacer sostenible la actividad del teatro durante once meses. Nuestra intención es que se retire el ERE del próximo mes de julio, que es una barbaridad. No le hubiese puesto en este lío si no creyese que se puede lograr. El anterior plan de trabajo contemplaba la posibilidad de una reducción de los contratos de los trabajadores, que pasasen de doce meses a nueve o diez al año. Eso era insostenible si se quiere mantener la calidad y el prestigio internacional del Liceo. No se puede mejorar la orquesta y el coro, uno de nuestros objetivos, si están parados tres meses al año.
– El director musical, Josep Pons, amenazó que si se seguía en la tónica de recortes, quizá pensaría en dimitir.
– Cuando contrataron a Pons, no contrataron un nombre, sino un proyecto. En ese sentido es comprensible que si siente que se le impide realizar este proyecto piense en dejarlo, pero le digo que nuestro compromiso con la orquesta es esencial.
– ¿Qué ocurrirá con el sustituto de Joan Matabosch como director artístico?
– Ayer se reunía por primera vez la comisión que tiene que decidir esta cuestión. A finales de octubre tienen que presentar al patronato el perfil ideal para este puesto y a partir de aquí se arrancarán los mecanismos para encontrar el nombre perfecto. Estaría muy bien que tuviese un gran conocimiento previo de lo que es el Liceo, pero no es imprescindible. Lo que sí es imprescindible es continuar la combinación entre modernidad y tradición dentro de la temporada. El director tendrá que saber los gustos de nuestro público, tradicionalmente más atraído por las grandes voces que por las espectaculares puestas en escena. Y saber tratar con artistas, dominar la contratación y saber lidiar con los divismos, que también los hay.
– Ha dicho que entre cinco y seis candidatos a la dirección general retiraron su propuesta al saber lo que cobrarían ¿Puede ocurrir lo mismo en la dirección artística?
– La crisis ha afectado a todos y no hay cachés boyantes en ningún lugar de Europa. Podría ser, pero no debería ser un problema. Los mismos cantantes han modulado sus cachés. A veces lo importante no es saber cuánto más te pagan, sino tener la seguridad de que te pagarán, y nosotros hemos cumplido siempre. Buscan seguridad y un trabajo artísticamente digno y eso ofrecemos
– ¿Cómo ve la implicación de las administraciones con el teatro?
– Ya nos han hecho saber que no podrán subir sus aportaciones. Lo que quiero que entiendan es que esta evolución negativa ha dejado heridas graves que estamos pagando ahora. Los intereses que cada año tendremos que pagar por los créditos que hemos pedido hacen que haya menos dinero para la producción de óperas. En el próximo años pagaremos cuatro millones en intereses que tendré que dejar de invertir en actividad.
– Y si no suben las subvenciones, ¿cómo se consigue mantener los criterios de excelencia en la programación?
– Hay que mantener el ahorro, mejorar en la eficiencia y aumentar el mecenazgo. En cuanto al ahorro, intentaremos externalizar servicios como ya hicimos con la seguridad o parcialmente las billeteras y acomodadores. En cuanto a la eficiencia, la clave está en flexibilizar los contratos, por ejemplo con la orquesta y el coro. Que hagan dos ensayos el mismo día, por ejemplo. Hemos conseguido que ellos estén satisfechos y nosotros también. En mecenazgo, por ejemplo, organizar mejor la estructura y proponer más mecenazgo finalista, que la marca figure en una ópera y no sólo en el conjunto de la temporada.
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