«Escribo en primera persona no por narcisismo, sino por humildad»

Emmanuel Carrère presenta en La Pedrera su recolección de reportajes periodísticos.

La literatura francesa tiene desde hace dos décadas a Emmanuel Carrère como uno de sus grandes popes. Su última serie de cinco libros de novelas de no ficción le han granjeado todo tipo de elogios. Su marca de fábrica, utilizar la primera persona y la indagación en uno mismo para abarcar todo tipo de temas externos. Muchos le han criticado esta forma de escribir y le han acusado de narcisismo y egolatría. Un buen escritor lo negaría escudándose en una buena retórica. Un gran escritor convertiría esta crítica en una nueva forma de halagarse a sí mismo. Carrère es un gran escritor. «Muchos pueden pensar que escribo en primera persona por narcisismo o egolatría, pero en realidad yo lo veo como un ejercicio de humildad. Sólo intento mostrar lo que yo he visto y he sentido», comentó ayer en La Pedrera, donde por la tarde protagonizó una nueva edición de sus «Converses», organizadas por la Fundació Catalunya La Pedrera.

El escritor pasó por Barcelona para presentar su nuevo libro, «Conviene tener un sitio adonde ir» (Anagrama), una recopilación de sus mejores artículos y reportajes de los últimos 25 años. «Son todos de temas diversos y de extensión diferente. Quería mostrar esa diversidad», aseguró. Lo único que homogeniza los textos, por supuesto, es la utilización de la primera persona. «Aunque una de las ventajas del periodismo es que te permite alejarte de ti mismo», explicó el autor de «Limonov».

Para Carrère, el periodismo es una forma de hacer literatura tan relevante como la novela, el teatro, el ensayo o la poesía. Al menos él trabaja sus reportajes con la misma convicción y esa ansia de narrar una buena historia. Los temas van de una fallida entrevista con Catherine Deneuve a viajes a Sri Lanka tras el paso del tsunami, el foro de Davos o artículos más literarios sobre autores como Balzac, Dafoe o Luke Rhinehart.