Empresarios catalanes contrarrestan a Puigdemont en la Eurocámara

La organización Empresaris de Catalunya ha alertado hoy en un acto en la Eurocámara sobre los riegos para la economía del proceso independentista, un día después de que el presidente de la Generalitat pronunciara un discurso soberanista en el Parlamento Europeo.

La organización Empresaris de Catalunya ha alertado hoy en un acto en la Eurocámara sobre los riegos para la economía del proceso independentista, un día después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pronunciara un discurso soberanista en una de las salas del Parlamento Europeo.

“Promover la separación de Cataluña de España mediante un referéndum ilegal (...) es un disparate de consecuencias negativas para Cataluña, para el resto de España y para la Unión Europea”, ha resumido el presidente de Empresaris de Catalunya, Josep Bou, en representación de los 400 afiliados a esa organización.

En un acto impulsado por la eurodiputada liberal Teresa Giménez Barbat,Bou ha criticado al Govern por utilizar “la educación como pilar básico del nacionalismo” y “llegando incluso al paroxismo del odio hacia quienes no piensan como ellos”.

Ha incidido además en que “la inseguridad jurídica está creando un malestar en los inversores y en las empresas” en Cataluña por el temor de una secesión que ha dicho estar seguro que no tendrá lugar.

La conferencia, que los organizadores aseguraron se programó el pasado octubre, tuvo lugar un día después de que Puigdemont y varios miembros del Gobierno de la Generalitat explicaran su visión del proceso de independencia catalana en una de las salas de la Eurocámara, con asistencia de una veintena de eurodiputados, pero sin autoridades de la Unión Europea.

“No ha sido una contra-programación” pero “estamos muy contentos de que haya sucedido esto”, porque permite visualizar “dos Cataluñas divididas”, ha explicado Giménez Barbat, quien ha calificado el separatismo de “pesadilla” y ha contrapuesto “la Cataluña de la quimera, la fantasía” a la “real, que paga impuestos y es víctima de la Cataluña que estuvo aquí ayer”.

Por su parte, el catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joaquim Molins, ha señalado que la “narrativa del nacionalismo de los años ochenta es inventarse cosas y, hasta que no están desmentidas empíricamente, continúan insistiendo en ellas”.

“Nunca en la historia ha habido tal cantidad fenomenal de hablantes en catalán como hasta ahora”, un idioma que maneja el 94,3 % de la población de Cataluña, según datos de 2013 de Idescat, ha señalado el académico, quien ha subrayado que “lo que está en juego es la democracia” porque el soberanismo “incumple las reglas que ahora existen”.

Para cerrar su intervención, Molins ha definido la actitud del Gobierno de la Generalitat como “impostura: fingimiento o engaño con apariencia de verdad”.

El tercero de los ponentes, el abogado y miembro de Empresaris de Catalunya Carlos Rivadulla ha alertado de la “tensión territorial política y social con el resto de España, que no dejan de ser nuestros amigos, clientes y proveedores”, y ha cifrado en 2.650 empresas el saldo neto de compañías que han abandonado Cataluña desde 2012.

Ha criticado que desde la Generalitat se busque “enfrentar a los territorios por temas fiscales”, ha apelado a la “solidaridad” y la “redistribución” y ha recordado que “Aragón es mejor cliente que toda Francia”.

“El secreto del éxito del Barça en los diez últimos años” es “que juega la liga española”, ha dicho el ponente recurriendo a un símil futbolístico para ilustrar la conveniencia económica que, a su juicio, supone que Cataluña siga estando integrada en el conjunto de España.

A la conferencia han asistido también los eurodiputados de Ciudadanos Javier Nart y Carolina Punset, la exmiembro de UPyD Beatriz Becerra, y el popular Santiago Fisas.

“Lo único que hizo el presidente Puigdemont fue pegarse un tiro en el pie” al decir que convocaría “un referéndum legal o ilegal”, lo que, a su juicio, provoca “escalofríos en Europa”, ha agregado Fisas, quien ha criticado que la Generalitat hubiera gastado 128.000 euros en la visita a Bruselas.