El Govern planea prohibir el uso del burka por motivos de seguridad

Por motivos de seguridad ciudadana y no por motivos religiosos. Este es el nuevo enfoque que quiere dar el Govern para lograr prohibir el uso del burka en territorio catalán. Ya lo intentó el Ayuntamiento de Lleida, pero el Tribunal Supremo tumbó su pretensión al entender que no existía una ley autonómica ni estatal que regulase la vestimenta y que el Consistorio no argumentó necesariamente los límites al derecho fundamental de la libertad religiosa. Pero, «aquí hay un problema y lo que no queremos hacer es mirar hacia otro lado. Queremos ser sensibles», declaró ayer Espadaler. Y es que Lleida fue la localidad precursora pero le siguieron varios municipios más.

El conseller puso en relieve que pretende abrir el debate en el seno del Parlament de forma «cuidadosa, sutil y clara» y buscando el mayor consenso con las formaciones políticas. De hecho, hace poco más de dos meses, todos los partidos rechazaron pedir al Congreso que prohiba el uso del burka tal y como proponía Ciutadans al entender que los límites no deben situarse en la ley de libertada religiosa, sino por otros cauces como el que ahora propone Espadaler. Además, el conseller instó a que «sean escuchadas las entidades sociales y al mundo local» para consensuar cómo debe ser la nueva regulación. Si el Supremo revocó la prohibición en Lleida fue a raíz del recurso que interpuso la asociación musulmana Watani.

De momento, la Generalitat encontró ayer la oposición de los ecosocialistas y la CUP a regular el uso de esta vestimenta porque, para ellos, la prohibición «arrincona y aísla» a las mujeres. Para Iniciativa, que las mujeres dejen de llevar el burka debe trabajarse desde la mediación cultural y social. Del mismo modo, aunque predispuestos a trabajar en ello, se postularon desde ERC que argumentaron que regular el burka por motivos de seguridad no aborda los aspectos relativos a la dignidad de la mujer. «El burka es un fenómeno residual pero que afecta a la libertad de las mujeres y se tiene que dar una respuesta adecuada y justa», señaló la diputada de ERC Gemma Calvet.

Por su parte, tanto el PP como C's celebraron el «cambio de actitud» del Govern para sacar adelante esta normativa, aunque insistieron en que el debate y la ley también tengan en cuenta los derechos de la mujer.

«Es un tema de igualdad hombre-mujer con un componente de seguridad. Creo que es bueno que un Parlament regule el uso de una prenda de ropa que es claramente discriminatoria hacia la mujer y que nuestra sociedad, que ha desarrollado la igualdad hombre-mujer, no tolera. No hay argumentos que lo justifiquen», dijo el alcade de Lleida, Àngel Ros. Y, recordó que también solicitó un marco legal común al Gobierno y la Generalitat.