Cataluña pedirá de nuevo al Congreso que se despenalice la eutanasia

La propuesta del Parlament no cuenta con el apoyo de PP y Ciudadanos

El Parlament de Cataluña pedirá al nuevo Congreso de los Diputados que se despenalice la eutanasia, según han acordado este viernes todos los partidos, excepto el PP y Ciudadanos, que lo estudiará, y representantes de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD).

La consellera de Salud, Alba Vergés, ha presidido una mesa de trabajo en el Parlament para retomar esta iniciativa que ha contado con representantes de todos los partidos, excepto del PP, y la participación de la citada asociación DMD.

La presidenta de la asociación DMD, Isabel Alonso, ha considerado en rueda de prensa que “creemos que estamos más cerca que nunca de tener una ley de eutanasia en España, por la nueva configuración del Congreso y los programas electorales de todos los partidos, que la recogen, con la excepción del PP y de Vox”.

Ha asegurado que, tras los debates electorales en los que este tema salió a colación y el caso de María José Carrasco y su marido, Ángel Hernández, que la ayudó a morir, el apoyo de la población española a la eutanasia asciende al 87 %, según la última encuesta de Demoscopia.

Una votación en el pleno del Parlament este mismo mes y antes de las elecciones municipales y europeas, convocadas para el día 26 de mayo, permitirá reenviar una proposición de ley aprobada hace dos años en Cataluña al Congreso en la que se pide la despenalización de la eutanasia en casos de dolor terminal.

El texto de esta proposición fue aprobado en la cámara catalana hace casi dos años con el apoyo de Junts pel Sí, el PSC, CatComú y la CUP, mientras Ciutadans se abstuvo y el PP votó en contra.

La proposición propone modificar el apartado 4 del artículo 143 del Código Penal para que queden exentos de responsabilidades los que “de manera indirecta o cooperante ayuden a morir de manera segura, pacífica y sin dolor” a una persona que lo pida de forma “expresa, libre e inequívoca”.

El texto actual del Código Penal recoge que, quien induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años, mientras que aquel que coopere con esta actividad también será castigado con la prisión, con penas de hasta diez años, en el caso que se ejecute la muerte.

El Código Penal también recoge la posibilidad de que la eutanasia se aplique “por la petición expresa, seria e inequívoca” del paciente y que este sufra “una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar”.

En este supuesto, quien lo ayudara a morir sería castigado “con la pena inferior en uno o dos grados” en las señaladas anteriormente.

Una vez aprobado en el pleno del Parlament reenviar la proposición de ley al Congreso, tres diputados catalanes deberán ir a defenderla, ha explicado la consellera Vergés, que ya acudió a hacer esta labor como diputada en la anterior ocasión en que se remitió a las cortes la propuesta catalana.

Vergés ha explicado este viernes que, mientras se dan estos pasos, en Cataluña se irá trabajando de forma consensuada en la regulación de la práctica de la eutanasia, que será asumida en la sanidad pública y también se recogerá la objeción de conciencia de los profesionales.

La actual normativa vigente se remonta al año 2002, con la Ley de Autonomía del Paciente, que únicamente reconoce el derecho a no recibir tratamientos que alarguen la vida de los pacientes pero que no permite que un tercero actúe para ayudarles a morir.

En Europa, la eutanasia es legal en Holanda (desde 2001), Luxemburgo (2009) y Bélgica (2002), y se aplica de diferentes maneras, mientras en Suiza se aprovecha un vacío por omisión para practicar el suicidio asistido por razones no egoístas.