Alberto Fernández (PP) retira los lazos amarillos de la plaza Sant Jaume

La Junta Electoral da esta mañana a Quim Torra para retirar los lazos amarillos de edificios públicos

Como cada día, el presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, llegó a su despacho del Consistorio, pronto, a las 8.00 de la mañana. Es de los que sigue el refrán “ a quien madruga, Dios le ayuda”. Pero en vez de sentarse a repasar la Prensa, abrió un cajón, cogió unas tijeras y volvió a bajar a la plaza Sant Jaume. Resulta que antes de entrar en el Ayuntamiento de Barcelona por la puerta noble, se percató de que el las farolas que se alzan a lado y lado del edificio, alguien debió colocar durante la noche unos lazos amarillos para desafiar a la Junta Electoral Central, que ayer dio un ultimátum a Quim Torra para que retire lazos y estelades de los edificios públicos. Fernández sacó las tijeras del bolsillo de la chaqueta y tras cortar los lazos exclamó: “¡El Ayuntamiento ya vuelve a ser de todos y elk espacio público ha de ser neutral!”. Orgulloso del trabajo hecho, volvió a meterse las tijeras en el bolsillo y subió a su despacho para ponerse a trabajar con la agenda del día.

El concejal del grupo municipal popular fue el que denunció ante la Junta Electoral de la Zona de Barcelona el lazo amarillo que colgaba de la fachada del Ayuntamiento. A diferencia de Quim Torra, el vecino de enfrente en la palza Sant Jaume, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, retiró el lazo.

Aunque tras la advertencia del órgano estatal, la plaza Sant Jauem ha sido escenario de rifirrafes entre grupos de una y otra ideología por los lazos.

Hoy, Torra debería retirar tanto los lazos como las estelades de los edificios públicos. Porque la Junta Electoral denuncia que reflejan las aspiraciones de una parte de la sociedad catalana pero no de toda ella y desestima las alegaciones de la Generalitat que defiende que la libertad de expresión ampararía exponer estos símbolos.

El órgano de la justicia electoral dice que “el lazo amarillo es un símbolo legítimo que pueden utilizar las formaciones políticas en su propaganda electoral, pero que durante los periodos electorales, no pueden hacerlo los poderes públicos, porque deben mantener una rigurosa neutralidad política”.

Y lo mismo dice de la estelada, que la considera una bandera partidista y no constitucional, como la “senyera”.

Si Torra no abedece, la Fiscalía puede actuar y abrir una causa por delito de desobediencia que puede acarrear al president de la Generalitat multa e inhabilitación para ejercer un cargo público