Rehabilitar viviendas para asentar población y para evitar «escalones» en las ciudades y lograr una mayor cohesión social. Son los objetivos que se persiguen con los proyectos del Área de Regeneración Urbana (ARU) que se vienen desarrollando en Castilla y León y que han permitido la intervención en 50 inmuebles de la localidad zamorana de Benavente, de un total previsto de 1133 de otras zonas, así como la reurbanización de sus entornos.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, visitaba las obras rehabilitadas, donde apostó por actuar arquitectonicamente en la ciudad ya construida, evitando «escalones» de calidad urbanística para lograr de esta manera una mayor cohesión social.

Política pionera

Suárez-Quiñones recordó que Castilla y León ha sido pionera en esta política, tanto en orientar sus acciones políticas y los recursos públicos en esa dirección, como en la configuración de un marco normativo y estratégico. El Ministerio de Fomento estima que por cada euro de ayuda en rehabilitación y regeneración urbana se genera una inversión productiva tres veces mayor y por cada millón de euros invertido se crean como mínimo 38 puestos de trabajo, entre 13 y 24 puestos de trabajo directos y otros 25 indirectos. Es por ello, que desde la Consjería se ha presentado una nueva convocatoria de ayudas destinadas a la rehabilitación edificatoria en 2017 y a las intervenciones en materia de regeneración y renovación urbanas, con un presupuesto de 9,4 millones de euros incluidos en el marco de la prórroga del Plan Estatal de Vivienda para el año 2017.

La convocatoria de ayudas en este año suman ya 7,3 millones de euros, el mismo que el de las subneciones concedidas en la suma de los dos ejercicios 2015 y 2016, que permitieron rehabilitar un total de 5.500 viviendas.