Las Navas del Marqués vive un día histórico recuperando plenamente su territorio

Las Navas del Marqués vivió un día histórico al recuperar plenamente su territorio.

Aunque hace años que los pueden disfrutar, desde ayer los vecinos de este municipio abulense pueden presumir de ser dueños de todo el término. Ha sido posible una vez se procedió a la compra de las acciones que hasta ahora poseían la Junta de Castilla y León y la Diputación.

La historia comienza 17 años atrás puesto que en el año 2000 se cerró una operación para evitar que el término estuviera en manos privadas. Para ello, el Ayuntamiento, que entonces no tenía la posibilidad de asumir todo el proceso, creó la sociedad Montes de Las Navas para poder llevar a cabo la compra de una finca de 8.000 hectáreas ubicada en el término municipal y que pertenecía a Unión Resinera.

Se trata de una operación en la que se involucraron tanto la institución provincial como el Ejecutivo autonómico, lo que hizo que el consistorio llegara a poseer el 70 por ciento de la sociedad, la Junta el 20 y la Diputación el 10 por ciento restante.

Ahora se cierra ese círculo puesto que el Ayuntamiento compró a las otras dos instituciones su parte en la sociedad, con un desembolso de 300.000 euros para la regional y 150.000 la provincial, justo el mismo importe que depositaron 17 años atrás.

Aunque puede parecer un trámite, para la sociedad navera es un paso especialmente importante, motivo por el que se organizó un acto en el Consistorio para escenificar la firma de la compra. Allí estuvieron el alcalde de Las Navas, Gerardo Pérez, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el vicepresidente de la Diputación, Carlos García, además del diputado nacional Pablo Casado y del senador Sebastián González.

El primer edil explicó que se trataba de la «consolidación de uno de los días más importantes en la historia de Las Navas» al poder hacer la compra de las acciones y que «el 100 por cien del término municipal sea de los naveros», de forma que se garantiza lo que se ha conseguido en los últimos años y lo puedan disfrutar los vecinos, los ganaderos, los cazadores, los resineros e, incluso, los turistas cumpliendo así «el anhelo de más de un siglo».