Castilla y León
Del Olmo defiende más recursos públicos y privados para I+D+i
Castilla y León ha conseguido durante esta legislatura igualar la inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+I), a la media del conjunto del país. Y se ha convertido en la quinta región de la España autonómica que más crece en este apartado.
Lo recordaba ayer la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, durante un interesante debate en la facultad de Económicas y Empresariales de Valladolid, junto a la ministra de Industria, Reyes Maroto, el cabeza de lista de Ciudadanos a las europeas, Luis Garicano, y el secretario de Economía de Podemos, Nacho Álvarez.
Allí, defendía destinar más recursos públicos y privados a la I+D+i, y llamaba a seguir trabaando para aumentar el peso de la industria en la Comunidad, y especialmente en el ámbito de la digitalización y la ciberseguridad. Del Olmo, que sacaba pecho de su gestión en esta legislatura, al asegurar que «se han sentado las bases hacia una economía más abierta», apostaba también de cara al futuro por dar un nuevo impulso a dos sectores «maduros» en la Región, como son el del automóvil y la agroalimentación. Sobre el primero, la también candidata del PP a la Alcaldía de Valladolid señalaba que la automoción debe «evolucionar» hacia el coche híbrido, el eléctrico y el autónomo dentro de los plazos que marca la Unión Europea, mientras que del segundo, aseguraba que debe encaminarse hacia los productos ecológicos y bio «que son los que demanda el mercado». Asimismo, invitaba a apostar por otros sectores aún por desarrollar y en los que Castilla y León tiene mucho que decir, como la «economía de plata», relacionada con las personas mayores y el envejecimiento; la economía circular, que tiene que ver con el reciclaje y el aprovechamiento de los residuos; y la biotecnología, en la mejora de la salud.
La economía inclusiva del PSOE
La ministra Reyes Maroto, por su parte, ponía en valor el trabajo realizado por Pedro Sánchez en estos meses de Gobierno «dignificando el empleo, revertiendo recortes y luchando contra el fraude», y apostaba por acercar a la industria al 20 por ciento del PIB, «aún ejano», decía , pero especialmente por un modelo de economía inclusivo, centrado en la compatibilidad de crecer y redistribuir. Y como retos se refería a la lucha contra el cambio climático a través de una transición energética ordenada y el aprovechamiento de los recursos naturales. «España debe liderar ese proceso de transición de los vehículos de combustión hacia otros menos contaminantes, porque si no lo hacemos nosotros, lo harán otros», apuntaba.
Garicano reprochaba a la ministra la «incertidumbre» que ha generado en el sector de la automoción con su guerra al diésel, y apuntaba que su partido apuesta por las universidades y el conocimiento como motor económico frente a la creación «sin ton ni son» de parques tecnológicos vacíos, e insistía en hacer bandera del patrimonio histórico «porque no se deslocaliza». Nacho Álvarez, de Podemos, apuntaba que su formación defiende un modelo que cree empleo de calidad así como por una transición energética y ecológica que no deje a nadie atrás,
Finalmente, todos ellos coincidían durante el debate en que la despoblación es el gran problema y que hay que atajarlo con servicios e infraestructuras y con una fiscalidad positiva. En este sentido, el secretario económico de Podemos defendía la renta social de 600 euros por hogar que podría llegar a los 900 si viven más de una persona para la España vaciada. Una medida para la cual se invertirian 1.500 millones de euros, «que se sufraarían con el impuesto al as grandes fortunas».
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