El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, subraya que tan importante como una subida salarial en la negociación colectiva es abrir una puerta para derogar o cambiar algunos aspectos de la reforma laboral que «ha afectado especialmente a los jóvenes y las mujeres».

Así lo hizo a preguntas de los periodistas en la clausura de la XXIX Escuela Confederal de Juventud celebrada en El Burgo de Osma (Soria) con el lema «Un sindicato para otra realidad», donde señaló también que se está en los «prolegómenos» de los que espera sea un acuerdo con el Gobierno para una subida salarial general.

«Es un acuerdo que tiene un enorme sesgo a favor de la situación de precariedad de los jóvenes y de las mujeres», subrayó Sordo.

Además apuntó que hay que ver «si son capaces de desarrollar medidas para que en las empresas, la última opción, cuando hay problemas, sea el despido y se reduzca la temporalidad».

«Queremos un acuerdo de negociación colectiva que además de subir los salarios abra la puerta a tomar medidas en serio contra la precarización del empleo, que es insoportable en general, pero especialmente grave con gente joven y en las mujeres», resaltó.

Asimismo, acompañado del secretario general de CCOO en Castilla y León, Vicente Andrés, asistió a la proyección del documental sobre la vida del histórico sindicalista Marcelino Camacho «Lo posible y lo necesario».

Tras verlo, Unai Sordo, subrayó que la figura del fundador del sindicato «no ha sido suficientemente reconocida por la sociedad española, con un papel destacado en la lucha por las libertades democráticas». «Es importante pensar en el futuro del sindicato reconociendo el pasado y Marcelino Camacho es patrimonio de Comisiones Obreras y de este país», señaló.

Asimismo, hizo hincapié en que el sindicato está realizando diferentes actividades con motivo del centenario del nacimiento de Camacho para poner en valor su figura «y la de miles de hombres y mujeres que en circunstancias difíciles decidieron organizarse, tuvieron capacidad de lucha y resistencia y la altura de miras para entender cuándo había que pactar los términos de una transición democrática que sin Marcelino y sin CCOO hubiera sido distinta».

Finalmente, aseguró que los jóvenes de CCOO «son hijos de una historia ejemplar, con sus luces y sus sombras, y sin que la que España no se interpreta en los últimos cuarenta años».