Blanqueo de capitales
Una forma de canalizar los honorarios profesionales del abogado
Del Nido explicó el motivo por el que se ideó ese sistema: canalizar el pago de sus honorarios profesionales, por los que le estaban poniendo problemas debido a la fiscalización del Ayuntamiento. Para sortear esas trabas administrativas, se incluyeron sobrecostes en facturas de obras contratadas con una empresa vinculada a sus hermanos, Fergocon. Según aseguró –hasta lo que conoce– esos sobrecostes eran de entre el 10 y el 15 por ciento del importe de las actuaciones. El mecanismo para realizar esos cobros era sencillo. Una vez que el ayuntamiento abonaba el dinero –hay imputados varios técnicos entonces del consistorio marbellí, ex responsables de sociedades municipales y el que era interventor municipal, al que sólo acusa el ministerio fiscal– su hermano le daba un sobre con la cantidad que se repartía en tres partes, «una la percibía el alcalde, otra la percibía yo y otra se quedaba en Fergocon». Según la época de los pagos, el regidor era el fallecido Jesús Gil (en 2001) o Julián Muñoz (2002). Su parte era de unos 100.000 o 150.000 euros. En este sentido, defendió que su hermano Óscar del Nido, también acusado en esta causa, se dedicaba a la construcción, pero indicó que «se me ofrece la posibilidad de que cobre determinados honorarios profesionales que no podía de esa forma y se pone en marcha de esa manera». Del Nido apuntó que fue el alcalde de entonces (en 2001 era Gil) quien le propuso este mecanismo y que no se comunicó con el interventor municipal. Según la Fiscalía, Fergocon emitió 501 facturas por importe de 5 millones.
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