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Construcción

«Sandokán» «ganó» cuatro millones al comprar un solar que ya era suyo

La Razón La Razón

Fundar una segunda empresa y venderse a uno mismo un terreno de su propiedad. Eso fue lo que hizo en el año 1999 la cordobesa Arenal 2000 con la antigua fábrica de Uralita de Bellavista. En un día, Arenal 2000 fundó junto a la caja de ahorros Cajasur Arenal Sur 21 y revendió a esa nueva compañía la parcela que había comprado justo un año antes, obteniendo un beneficio de 4,2 millones de euros. Es decir, que la firma propiedad del empresario Rafael Gómez, «Sandokán» –implicado en la «Operación Malaya» de corrupción urbanística– hizo un negocio redondo: cobró y además mantuvo la propiedad del 50 por ciento de los terrenos.

En 2006, según reconocía en una respuesta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la primera entidad española intervenida por el Banco de España ya poseía el cien por cien del capital, una vez rebautizada la compañía como Prienesur.

Por los más de 238.000 metros cuadrados de superficie, la nueva promotora creada «ex profeso» pagó algo más de 36 millones de euros. Arenal 2000 la había comprado exactamente un año antes por 31,8 millones. A ello habría que sumar otros tres que de forma voluntaria –no se exigía en el convenio suscrito con Urbanismo–, aportó para «participar en el coste de las infraestructruras generales». Esos terrenos albergan actualmente la megalómana urbanización Jardines de Hércules, un complejo exponente del «boom» inmobiliario y cuya cuarta fase ha encallado.

Especulación

Pero antes de «Sandokán», el solar de la antigua factoría había pasado por varias manos. Tras el cierre, la propietaria original de los terrenos, Uralita Productos y Servicios SA, busca la recalificación que permita construir pisos. Propone a la Gerencia de Urbanismo modificar el PGOU y ofrece a cambio suelo y las instalaciones deportivas de la fábrica. Según detalla la Cámara de Cuentas en un informe de 2006, el Ayuntamiento sevillano solicita también que se compensen las nuevas dotaciones requeridas cediendo los terrenos que se califiquen de equipamiento.

Una semana después de ese primer contacto, el 15 de diciembre de 1998, Urbanismo, «informa favorablemente» sobre ella: «Entre otros motivos porque la reserva de suelo que se ofrece para uso dotacional (123.568 m²) es superior a los mínimos exigibles (96.390 m²)» establecidos en un 10%, según detalla el órgano auditor. Sólo un mes después, se cumple el primer trámite; la aprobación definitivamente se produce el 25 de noviembre de 1999.

Según justificó la Gerencia en su día, «los objetivos perseguidos con la modificación son, por un lado, mantener las instalaciones deportivas existentes, pero dándoles carácter público y, por otro, formalizar fachada (sic) a la nueva calle urbana tras haber perdido su naturaleza de carretera nacional». Pero lo cierto es que eso permitió a Uralita vender las parcelas por 16,2 millones –según consta en el registro de la propiedad, aunque no en el expediente administrativo fiscalizado, según destaca la propia Cámara–.

Era marzo de 1999 y se había cumplido el trámite previo a la recalificación. En diciembre, la nueva propietaria, Indes Desarrollo Inmobiliario, se deshace del suelo por prácticamente el doble: Arenal 2000 pagó 31,8 millones, 15,6 más que lo que había costado sólo nueve meses antes. La operación, según recalca el órgano auditor, se produce «nada más efectuarse la aprobación definitiva de la Modificación del Plan General».