Es una historia que es fácil vaticinar que no ha terminado. Pero, de momento, la jueza María Núñez Bolaños no volverá a encaramar a ex altos cargos enjuiciados ya en la rama política del «caso ERE», la centrada en el procedimiento específico por el que se repartieron las ayudas, a otras piezas en las que se atomizó la «macrocausa», como pretendía la Fiscalía Anticorrupción.

Según fuentes del proceso, la magistrada ha dictado ya «al menos dos providencias» en las que se da por enterada de «las manifestaciones» del Ministerio Público, pero insiste en que «se esté a lo acordado» por el juzgado que dirige, el de Instrucción número 6 de Sevilla, esto es, que no devolverá a investigados a las piezas de las que los extrajo, de acuerdo a las directrices fijadas por magistrados de la Audiencia de Sevilla.