Sevilla

El alcalde de Pedrera: «Me gustaría ver a gente fusilada»

La Junta exige a IU su cese por las declaraciones tras las tensiones raciales en el municipio. El regidor señala que habló de forma irónica

El alcalde de Pedrera, Antonio Nogales, explica en rueda de prensa los comentarios a raíz de los altercados
El alcalde de Pedrera, Antonio Nogales, explica en rueda de prensa los comentarios a raíz de los altercadoslarazon

La Junta exige a IU su cese por las declaraciones tras las tensiones raciales en el municipio. El regidor señala que habló de forma irónica

«A mí me gustaría ver a gente fusilada. Me gustaría verlos, de verdad os lo digo», señaló el alcalde, megáfono en mano, a los vecinos, después de recordar que «al que se salta la ley, se le aplica la ley y los jueces». Los incidentes entre los vecinos de Pedrera (Sevilla) y la comunidad rumana residente en el municipio –que arrancaron tras el vuelco de una decena de coches por parte de un centenar de pedrereños como respuesta a una agresión motivada por una riña de tráfico por parte de los extranjeros– ha derivado no sólo en un conflicto de convivencia sino en una crisis del Gobierno local en la que todos los grupos, menos el suyo, solicitan la dimisión del regidor de IU, Antonio Nogales, tras sus palabras.

El alcalde de Pedrera descartó ayer dimitir. «Me acusan de proteger a los rumanos y de querer fusilarlos», alegó. «Confiaba en que el PSOE llamara al orden a sus compañeros de Pedrera que han encabezado, provocado y apoyado los actos xenófobos y racistas que se produjeron el pasado fin de semana en los que, además, sus concejales animaron a gente a desplazarse a mi domicilio para insultarme», señaló. Nogales censuró que la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, le acuse «aprovechando un corte de una grabación en una asamblea ante una multitud enfurecida dirigida por sus compañeros del PSOE local, de querer ver a gente fusilada» y señaló que habló en tono «irónico». «El PSOE de Pedrera me acusa de proteger a los rumanos, de darles dinero, de darle trabajo, de permitirles todo, de pagarles la luz y el agua, y Verónica Pérez me acusa de querer fusilarlos», indicó. «La bajeza moral de esta mujer y del PSOE no tiene límites y no repara en intentar sacar tajada política de esta situación», añadió. Nogales advirtió de que pondrá «nombre y apellidos políticamente» a quienes han generado este «caldo de cultivo» porque «no ha sido el ciudadano normal el que ha provocado esto». El regidor señaló que hasta el pasado fin de semana no había existido ningún problema de convivencia en el pueblo, cuando «se volcaron los coches de rumanos que llevan 15 años en el pueblo y cuyo delito fue un simple golpe de tráfico en un polígono, donde hubo un herido en la pelea posterior y el juez será quien tenga que decir quién pegó más».

Hasta la Junta se ha posicionado en el conflicto de convivencia en este municipio sevillano de algo más de 5.000 habitantes. El vicepresidente Jiménez Barrios señaló al líder de IU Antonio Maíllo que «está tardando» en pedir la dimisión del regidor. La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, llamó «a la calma y la sensatez» y pidió no estigmatizar a una comunidad entera. La consejera de Justicia, Rosa Aguilar, ve «desafortunadas» las manifestaciones del alcalde de Pedrera, quien «bien haría en pedir disculpas».

El PP también pidió la dimisión de Nogales y comparó sus palabras con las del presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán, en 2013 cuando dijo que «la derecha ni hace prisioneros ni deja heridos, solamente sabe matar y, si es posible, en las cunetas que es donde siempre nos han dejado a los socialistas».

Cs mostró su «firme rechazo a este tipo de declaraciones que no tienen cabida en un representante público» y pidió a IU «que se diriman responsabilidades».

Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía se condenaron los altercados y las agresiones racistas y xenófobas contra residentes rumanos.

La dirección de IULV-CA respaldó al alcalde de Pedrera, aunque rechazó unas palabras que «nunca deberían haber sido dichas ni en el contexto más tenso». La coalición de izquierdas acusó al PSOE de «echar leña al fuego y alentar la xenofobia para sacar rédito político».