Sevilla
Díaz se envuelve en la bandera de la financiación
«Contra y sin Andalucía no se puede construir un proyecto de país con presente y futuro», avisa la presidenta de la Junta en el acto de celebración del partido previo al 28F
«Contra y sin Andalucía no se puede construir un proyecto de país con presente y futuro», avisa la presidenta de la Junta en el acto de celebración del partido previo al 28F
«La verde y blanca» de Carlos Cano en sesión continua sirvió de prólogo al acto y sus versos lo cerraron, recitados por Susana Díaz, que «tenía un año cuando estrenó la canción en el Lope de Vega y estaba en el parque de las palomas». Hasta Canal Sur va a estrenar un programa con ese nombre. El socialismo, que durante años tuvo vetado al también autor de «Las Murgas de Emilio el Moro» o el «Tango de los Currelantes», culmina un proceso de apropiación simbólico. Los fastos previos al 28F emparentan con la frase atribuida al Duque de Welington: «La batalla de Waterloo se empezó a ganar en los campos de deporte de Eton». Las citas electorales en la comunidad empiezan a ganarse el Día de Andalucía. La presidenta andaluza enarboló la bandera de la igualdad en varias vertientes. La económica: con la financiación autonómica. La histórica: con Andalucía como garante del equilibrio del país. La de género: con un acto de prevalencia femenina, con la mira en el 8 de Marzo. Y la identitaria: con una defensa acérrima del «acento andaluz», que significa «poner primero a las personas y después los territorios». «Es una fiesta para recordar el pasado y para que nadie nos robe el futuro», señaló Susana Díaz, dejando un aviso a navegantes: «Contra y sin Andalucía no se puede construir un proyecto de país con presente y futuro».
Los abrazos ayudan a reducir la presión arterial, los niveles de tensión y el estrés. La sobreexposición al abrazo no está clínicamente documentada. Susana Díaz tardó más de un cuarto de hora en recorrer los escasos metros hacia su asiento, con la megafonía a tope, entre el fervor de los 2.050 asistentes presentes en el recién estrenado Cartuja Center City (según la organización, había otras 1.500 personas más en salas anexas con pantallas habilitadas). El humorista Manu Sánchez, que el pasado viernes recibía un galardón institucional, presentaba el acto. «Las Migas», la formación medio catalana, medio andaluza, amenizaba el evento. Verónica Pérez hizo de telonera, reivindicando la desaparición de «un peaje infame, injusto» como el de Cádiz.
Susana Díaz defendió que «hace falta más Andalucía que nunca». La presidenta habló de «una tierra subdesarrollada, subsidiaria pero que tras la autonomía» no hizo «un reproche» a España porque «el ser andaluz es generoso». La presidenta hizo un llamamiento a todos los partidos para que dejen a un lado «sus intereses partidarios y defiendan los intereses de los andaluces». «No queremos que nadie nos regale nada, sino que nos den lo que es de justicia y lo que corresponde a esta tierra para tener unos servicios públicos de calidad», reivindicó. Díaz manifestó que los andaluces son «generosos e inteligentes y saben que solo quien defiende los intereses de esta comunidad cueste lo que cueste tendrá luego su confianza en las urnas, y por eso el PSOE-A es el único partido que ha gobernado» durante la autonomía «porque los andaluces han querido, les ha dado la gana, y saben que el PSOE-A lleva la igualdad en la médula y los defiende». Díaz abogó por «la lectura de la Constitución en igualdad y libertad, con acento andaluz, que no es que sea difícil de entender, sino que no todos son capaces de hablarlo». «No vamos a permitir que nunca más haya comunidades de primera y de segunda», insistió.
«Habremos cometido errores pero hemos hecho grandes cosas». Ahí quedó la autocrítica. «Hoy esta tierra está mejor», señaló, recordando los 500.000 desempleados menos desde que es presidenta, el récord en exportaciones o que Andalucía «es la primera comunidad en salir a los mercados financieros «porque queremos ser autónomos». «Reclamamos nuestra financiación», insistió. Díaz expuso que alguno debería dejar de pensar tanto «en elecciones» y «más Andalucía», ironizando sobre que «se han hecho ya hasta carteles». «Será para que lo conozcan –en alusión a Juanma Moreno– y como lo conozcan más, le van a votar menos».
Susana Díaz defendió que «lo mejor para España es que Andalucía ocupe el lugar que merece», porque, si no, no se podrá construir un proyecto de país con presente y futuro, y no permitirá que nadie pretenda «arrinconar a esta tierra, porque nunca más volverá a ser una comunidad de segunda». En su propuesta conjunta con Podemos e IU sobre la financiación, el PSOE defiende que el criterio principal de reparto sea la población; que se aumente en 16.000 millones los fondos para las regiones; y que se amplíe la participación de las comunidades en el IVA y los impuestos especiales, más la creación de un fondo de sostenibilidad de los servicios públicos. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer que el nuevo modelo de financiación autonómica «tendrá en cuenta» la despoblación y la dispersión poblacional. «No queremos tener más de lo que nos corresponde a los andaluces, pero tampoco menos», defendió la presidenta andaluza, que añadió que «cuando Rajoy no entiende mi acento, lo que le quiero decir es que cada euro que no llega a Andalucía no se lo quita a su Gobierno» sino a «servicios básicos como la sanidad, la educación o la teleasistencia».
Al arrullo de la polémica por el acento en la serie «La peste», dirigida por Alberto Rodríguez y filmada en Sevilla, Susana Díaz criticó «el ataque injusto». «Lorca, Picasso, Antonio Banderas, Paco Tous o Paco León», dijo, tienen «este acento». «Les gustaba mucho el del 'Luisma' –el personaje de Paco León en la ficción 'Aída'– pero lo critican en 'La Peste», denunció. La presidenta de la Junta, por otro lado, reivindicó, «con la misma lealtad que cuando apoyé el operativo del 1 de Octubre en Cataluña», más efectivos policiales para el Campo de Gibraltar. «Pido al Gobierno que se deje de cuentos y lleguen los mil policías y guardias civiles que hacen falta en Andalucía». También habló de la programación de Canal Sur, en clara alusión al «prime time» de Juan y Medio, o el servicio de teleasistencia como precursores del «Ministerio de la Soledad» de «países europeos muy desarrollados», en lo que denominó «una defensa de la felicidad».
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