Tribunales
Todos a la calle
La salida de prisión de Marisol Yagüe, ex alcaldesa marbellí, es inminente. En Navidad, Julián Muñoz será casi tan libre como Roca o Isabel Pantoja
José Godino, el juez que les llevó a la cárcel por saquear Marbella, confirma que se han recuperado 42 de los 460 millones defraudados.
Luis García Berlanga dirigió hace 25 años «Todos a la cárcel». Se le criticó por dar una imagen de España esperpéntica, por más que ya entonces fueran reconocibles los hechos que se parodiaban: políticos, empresarios y gente de la farándula eran descritos como corruptos en un aquelarre premonitorio. Poco antes, en mayo de 1991, Jesús Gil y su partido el GIL consiguieron la mayoría absoluta en Marbella. Ocho años después, el ex presidente atlético ingresó en prisión, condenado por malversación de caudales públicos y falsedad. Fue el primero de una serie de personajes que marcaron la época más decadente de la política y que hicieron bueno el titular de Berlanga. Hoy, sus «herederos» en el saqueo, con las penas cumplidas, representarían «Todos a la calle». Doce años después de que explotara el «caso Malaya», la mayor trama de corrupción urbanística nacional, de los 28 condenados a prisión la mayoría disfruta de libertad o está cerca. Sin embargo, las arcas de Marbella solo han recuperado 42 millones de euros de los 460 defraudados. La última encausada en abandonar la trena es Marisol Yagüe (66), alcaldesa marbellí entre 2003 y 2006. Tras menos de tres años en Alhaurín de la Torre (Málaga), la rociera que derrocó a Julián Muñoz (69) ya acaricia el tercer grado. Estando ya presa, hace un año, se la condenó por usar mármol y granito municipal para su chalé y unos días después se sentó ante otro juez acusada de vender, por 480.000 euros, un ático embargado que había puesto a nombre de su hijo.
Si a Marisol, «Heidi» para sus colegas de banquillo, le quedan días, a Julián, «Cachuli» para esos mismos, le falta un mes para despedirse del CIS de Algeciras, al que regresó en febrero por unas sevillanas malinterpretadas. Entonces le despojaron de un tercer grado que había alcanzado vía enfermedad «grave e incurable» tras once años preso, más de 53 condenas y 100 millones en deudas con el consistorio. Al calor de la Navidad, el hombre que sucedió a Gil en la alcaldía lucirá pulsera telemática por los mismos adoquines que quince años antes lo hacían sus «dientes, dientes» abrazado a Isabel Pantoja (62).
La que fuera su «gitana» hace dos años que come el turrón en Cantora, tras haber pasado sendas Pascuas, las de 2014 y 2015, en el penal de Alcalá de Guadaira. Lavar 3,6 millones de euros, obtenidos en sobornos del ex alcalde, le supuso una condena de 24 meses y un millón de multa por el «caso blanqueo». La tonadillera solo entonó el «hoy quiero confesar» para compararse con la Infanta Cristina y asegurar que ella «le pagaba todo» a Muñoz, pese a las evidencias en contra. Hoy sigue durmiendo con ladrones, pero en su casa, si damos por buenas las denuncias de expolio de sus recuerdos que estos días difunden propios y extraños a Isabel. Frente al negacionismo de Pantoja, Maite Zaldívar (62) abrió hasta sus bolsas de basura para la televisión. La que fuera alcaldesa consorte, cegada por el despecho, reconoció a cámara la entrada de dinero negro y se llevó por delante al Ayuntamiento de Marbella, el primero en ser disuelto por un Gobierno en abril de 2006. Maite se declaró insolvente y pagó con tres años de cárcel los más dos millones que le reclamaron. Y es que, de los 38 condenados a devolver lo robado al consistorio, solo Juan Antonio Roca (65) y José María del Nido (61), han realizado pagos significativos. Roca, ex asesor de Urbanismo y cerebro del saqueo, fue condenado a 17 años y 240 millones. Tras subastar sus pertenencias en internet, ya se han recuperado 12 millones. El ex presidente del Sevilla CF, por su parte, reintegró 1,9 por el «caso minutas», pieza separada del «caso Malaya», con la esperanza de que este gesto ayudara al indulto que había pedido. Pese a la diferencia entre lo robado y lo devuelto, José Godino, el magistrado presidente del «caso Malaya», el más largo de la historia de este país con 199 sesiones y 22 meses de duración, hace una valoración positiva. «Estamos satisfechos. Se están acabando de cumplir las penas y pagando las responsabilidades civiles». Al insistirle sobre las cantidades rescatadas, añade: «Se han recuperado unos 30 millones y ahora se ha hecho un pago de 12, más los inmuebles y los bienes que aún quedan por vender de Roca (valorados en 87). Al Ayuntamiento se le van a entregar varios edificios de este señor, convirtiéndose uno de ellos en el nuevo Palacio de Justicia, algo que es ejemplar».
Situación de los condenados, uno a uno
Marisol Yagüe
«Él sabe que le quiero mucho y deseo que mañana salga de la cárcel, pero no me entregó nada». La ex alcaldesa, que sucedió a Julián Muñoz en el sillón y en las corruptelas, le negaba así a Roca haber trincado 1,8 millones de euros, pese a que esas cifras (y las letras de su nombre) salían en los papeles. Bautizada junto a García Marcos como «las Chaneles» de Alhaurín, donde ingresó en 2016, espera ya el pistoletazo del tercer grado.
Isabel Pantoja
«Era yo quién le mantenía a él». La viuda de Paquirri siempre ha negado ser la bien pagá de Julián Muñoz o, según concluyó el juez Godino, la que blanqueó 3,6 millones de dinero ilícito procedente de comisiones ilegales en el Ayuntamiento. Una sentencia ejemplarizante la condujo a la prisión Alcalá de Guadaira, donde dicen desayunaba con la directora y comía con jamón. Salió en diciembre de 2016 con dos años más y un millón de euros menos, tras abonar la multa.
Juan Antonio Roca
50 cuentas bancarias, 350 propiedades inmobiliarias y 50 vehículos, la mayor parte, Mercedes Benz. El cerebro del «caso Malaya» repartió y se llevó la mejor parte del expolio marbellí, llegando a ser la cuarta mayor fortuna nacional. Roca también es el que más ha penado, 12 años entre rejas, y el que más ha pagado, 12 millones de euros. 75 millones más de sus corruptas posesiones siguen esperando comprador en Internet. Un día a la semana, expía su culpa en Cáritas.
Mayte Zaldívar
«Julián me dijo que era un dinero normal, de comisiones de obras. Había bolsas negras y de otros colores. No digo que sea ilegal». Aquel 29 de enero de 2004, con micro y una cámara delante, la ex primera dama de Marbella tiró de despecho y le salió a pagar. 22 meses en la prisión de Alhaurín, todo embargado y una multa de dos millones y medio, que permutó por días entre rejas al declararse insolvente. Ahora regenta un bar.
Julián Muñoz
Sucesor de Gil en la alcaldía, solo aguantó 42 jornadas como regidor de Marbella. Su aventura extramatrimonial le costó el cargo, la familia y la libertad. De los últimos 15 años, casi once los ha pasado en prisión por obra y gracia de sus 102 procesos judiciales. Insolvente y con todo embargado, consiguió la libertad por su mala salud («grave e incurable») y la perdió por su mala cabeza (otra mujer y unas sevillanas). Será libre de nuevo en Navidad.
Isabel García Marcos
Pasó de ser azote del partido GIL a la autora de la célebre máxima «yo papel que hago, papel que cobro», muestra de que la ex teniente de alcalde se lucraba con mordidas del Ayuntamiento. Fue detenida a la vuelta de su luna de miel en Rusia. Le acababan de encontrar 370.000 euros en su domicilio. Tras pasar año y medio en la cárcel de Brieva (Ávila), García Marcos ha regresado a su puesto de inspectora médica del Servicio Andaluz de Salud.
José María del Nido
El ex presidente del Sevilla FC fue condenado por el Tribunal Supremo a siete años por el «caso minutas» –una pena seis veces menor que la impuesta por la Audiencia de Málaga–, de los que ha cumplido tres en Huelva. El abogado cobró durante años honorarios irregulares de las arcas de Marbella, por lo que debía desembolsar 2,7 millones. Pagó dos y en junio se le embargó un chalé en la capital hispalense. Solo se deja ver en actos relacionados con el fútbol.
Tomás Reñones
La disolución del Ayuntamiento de Marbella convirtió al ex capitán rojiblanco en alcalde 23 días. Diez años después, se sumaba a la plantilla penitenciaria de Alhaurín, donde ingresó en 2016 para salir en 2018. En el juicio reconoció que Yagüe le daba sobres con dinero, que asumió «como un premio a mi trabajo». En «Saqueo II» se le acusó de cobrar 12.000 euros por los gastos de haber recorrido casi 300.000 kilómetros ficticios. Trabaja de coordinador en el Atlético de Madrid.