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Robbie Williams todavía piensa en tomar drogas
Confiesa que de vez en cuando sufre ataques de ansiedad ligados a esos nocivos hábitos de los que finalmente se ha desprendido
Confiesa que hay momentos muy determinados en los que todavía se siente tentado a consumir éxtasis
Aunque el cantante Robbie Williams ha enterrado definitivamente en el pasado la adicción al alcohol y a los estupefacientes que definieron una de las etapas más oscuras de su vida, ahora confiesa que hay momentos muy determinados en los que todavía se siente tentado a consumir éxtasis, una de las sustancias que solía tomar con más regularidad.
“No quiero beber, no quiero tomar cocaína. Estoy especialmente satisfecho porque no siento ningún tipo de impulso por la cocaína, pero lo cierto es que a veces sí pienso en tomar éxtasis”, reveló el artista al diario The Sun.
De hecho, el ex Take That -padre de Teddy (4) y Charlton (23 meses) junto a su mujer Ayda Field- confiesa que de vez en cuando sufre ataques de ansiedad ligados a esos nocivos hábitos de los que finalmente se ha desprendido, siendo sin embargo capaz de mantenerlos ocultos de cara a sus apariciones públicas.
“Son realmente solo dos minutos de una ventana que está completamente cerrada para la gente. Quizá cinco minutos si me están entrevistando en un programa de televisión, si estoy grabando un videoclip o me encuentro en el escenario. Es un poco como lo que algunos hacen en Facebook, cuando peor lo están pasando es cuando sacan su mejor sonrisa ante sus amigos de las redes. Pero sí, en ocasiones padezco un gran nerviosismo”, añadió.
Afortunadamente, su fuerza de voluntad y sus frecuentes sesiones de terapia han ayudado al extrovertido artista a sobrellevar a la perfección la combinación de factores relacionados con sus adicciones pasadas y el peso de la fama con el que lleva cargando más de 20 años.
“He vuelto a terapia este año, porque puede resultar muy duro tener que afrontar todo esto al tiempo que preparas un nuevo disco [acaba de estrenar su álbum ‘Heavy Entertainment Show’], hablas a la gente sobre ti mismo, vas a programas de televisión y al día siguiente vuelta a empezar. Y eso sin contar los viajes por todo el mundo. Aunque fuera la persona más relajada del mundo, esta rutina es muy estresante, y yo no soy precisamente el tipo más tranquilo del mundo”, se sinceró.