Vicky Martín Berrocal: «En la cara jamás me he retocado nada»

Siempre que hablo con Vicky me encuentro a mi amiga, con la que me quiero sentar cuando tenga 70 años en una mesa camilla con un brasero para charlar. No nos vemos mucho, a pesar de vivir en la misma ciudad, pero cuando nos juntamos nos reímos y disfrutamos con lo que sea y esa es la verdadera fórmula de la amistad. Ahora, más que nunca, ella es feliz porque ha conseguido ver realizado su sueño de ser diseñadora y lo ha hecho con toda su alma flamenca. Sería capaz de reconocer uno de sus diseños entre mil porque tienen algo especial. Se cumplen diez años de su llegada al mundo de la moda y lo celebra con Nocilla decorando sus míticos vasos de crema de cacao.

–Me acuerdo de la primera vez que te planteaste hacer esta aventura de la moda...

–Llegar hasta aquí ha sido para mí un regalo, una sorpresa. Siempre agradezco a esas mujeres que con tanta admiración y con tanto cariño han seguido lo que he hecho y me han arropado tanto y me han acompañado. Ha sido un camino maravilloso porque me ha dado muchas satisfacciones, pero también ha sido difícil.

–Lo de colaborar ahora con la marca de crema de cacao es un poco jorobado para ti, ¿no? Porque eres tremendamente golosa...

–Ese momento de satisfacción que te da meter la cuchara... Yo he sido mujer Nocilla, niña Nocilla... mi madre me la quitaba de las manos. Poder juguetear y crear algo ahora para esa marca ha sido un gran regalo.

–¿Eres una mujer de cuidarte mucho?

–Sí. Tengo el cuerpo que tengo, puedo estar con unos kilos arriba o abajo pero no cabe duda de que esta soy yo, una mujer rotunda, potente, con curvas... una mujer real.

–¿Se llevan ahora las mujeres así?

–A mí me da igual que estén de moda o no. Yo defiendo lo mío y con eso tengo que vivir. Siempre digo que la mujer tiene que aceptarse como es.

–¿Pero sigues luchando contra la gravedad, haces dietas?

–No, qué va, ya como. Las dietas mías han sido simplemente por mi juventud, cuando tenía 20 años. A esa edad no sabes dónde encajar, no tienes muy claro nada. Pero desde hace tiempo sé que me da lo mismo todo y me visto para realzar lo que tengo bonito y esconder lo que no.

–¿Cómo es ahora mismo tu alimentación?

–Como de todo, no quiero ya renunciar, no puedo limitar ahora mi vida. Quiero vivir. El otro día, cuando hice el anuncio de Nocilla, creo que me comí un bote, con rosco y todo. Los organizadores estaban un poco asustados.

–¿Has tirado entonces la toalla de las dietas y del quiero adelgazar?

–Sí, ahora estoy estable, tengo una 42. Hay momentos que una 44. Hace tiempo que lo acepté. Es la edad también.

–¿Te hubiera gustado que tu padre viera todo tu éxito ahora?

–Sería fantástico, claro, mi gran regalo es que él estuviera. Si hay algo que echo en falta todos los días de mi vida es esa figura, ese hombre al que tanto amé, al que tanto amo y al que tanto recuerdo. Siempre fue un referente para mí.

–¿Crees que por eso te ha costado rehacer tu vida y volverte a casar, porque tienes ahí el referente de tu padre?

–No sé, yo creo que tampoco en el amor busco nada que se parezca porque no se puede tener. Mi padre era único para mí, no creo que pueda compararlo con nada, ni con nadie.

–¿El amor es el mejor antiaging?

–Es la bomba, lo mueve todo: es el único estado en el que eres capaz de comerte el mundo.

–¿Cuántos años tiene ahora tu hija Alba?

–Quince. A veces se confunde y cree que soy su mejor amiga y yo le paro los pies y le digo: «Cuidado, que soy tu madre, no se te olvide». Pero nos llevamos bien y tenemos mucha complicidad.

–¿Eres de mucho rímel?

–O pestaña postiza directamente.

–¿Y te las sabes poner tú?

–Sí, y también hay unas maravillosas que te las ponen, que las llevas siempre y que funcionan, que no se te cae la tuya.

–¿Y eso donde lo encontramos?

–Ahora se acaba de abrir un sitio en el que todas las pestañas son de visón, te las ponen pelo a pelo, lo ha abierto Fonsi Nieto hace unas semanas. Llevo como cuatro meses con ellas y no utilizo el rímel desde entonces.

–Y la cirugía, ¿qué papel ha jugado en tu vida?

–Creo que está ahí, como el Photoshop, y que hay que usarla. Nadie tiene que tener complejos de nada y, si puedes mejorar, pues chapó.

–¿Nunca te has retocado nada?

–Algún detallito hace muchísimos años. En la cara jamás me hice nada. En el cuerpo, con esa edad en la que hay cosas que te molestan un poquito, sí, pero nada importante.

–¿Tu cirujano de cabecera?

–Recomiendo muchísimo al doctor Lajo, que para mí es un tío con una sensibilidad increíble. Pero todo con una medida, no se puede abusar de nada. Como te decía antes, el Photoshop existe sí, pero no abusemos de él.

–¿Y tus maquilladores favoritos?

–Vicky Marcos, que es mi locura, Sonia Marina y, por supuesto, Pablo Iglesias y Natalia Belda. También Mónica Roldán.

–¿Qué mujer sería para ti un referente?

–Me gusta mucho la vida de Angelina Jolie y Brad Pitt.

–¿Incluidos los tatuajes de ella?

–Sí, tengo algunos, pero muy discretos. Llevo años sin hacerme uno. Me hice como cinco, aunque muy pequeñitos y apenas se ven.

–Y en hombre, ¿quién sería un referente de glamur, de veracidad...?

–Mi padre y John John Kennedy.