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¿Funcionan de verdad? Por qué todas las 'celebs' han incorporado la máscara LED a su rutina de belleza
Ya sea para beneficiarse de sus efectos antienvejecimiento o para tratar marquitas, son muchas las famosas que se han unido a la tendencia de este beauty gadget, pero ¿merece la pena hacerse con uno?

Seguramente hayas oído hablar de ellas, las máscaras LED están por todas partes en redes sociales, pero seamos sinceras, su precio no es precisamente bajo. Por lo que si todavía dudas en hacerte con una y quieres saber si funcionan de verdad o son simplemente un capricho de muchas famosas, sigue leyendo, a continuación, te damos las respuestas que estabas buscando. Lo cierto es que la tecnología de luz LED no es ninguna novedad; se lleva utilizando en dermatología desde hace años para tratar distintos problemas cutáneos o en cabina como ese toque extra para conseguir una piel radiante antes de un gran evento, y ahora, gracias a su versión en formato máscara, está más accesible que nunca para el uso en casa. ¿Pero de verdad funcionan? ¿Es posible notar cambios visibles sin recurrir a tratamientos más invasivos?
Las celebrities han convertido las máscaras LED en su mejor aliada de skincare. No importa si es un fin de semana de relax en casa o la preparación previa a un gran evento como una alfombra roja, este gadget parece haberse convertido en ese imprescindible que nunca falta en sus rutinas de belleza. Rocío Osorno, Georgina Rodríguez y Kim Kardashian son solo algunas de las muchas famosas que han compartido en redes su amor por este dispositivo. Y no solo ellas, editoras de belleza, maquilladores profesionales y dermatólogos coinciden en que la tecnología LED aplicada en casa puede marcar la diferencia en la calidad de la piel.


¿Qué hace tan especiales a este 'beauty gadget'?
Lo que realmente distingue a las máscaras LED es su capacidad para tratar diferentes problemas en la piel en función del tipo de luz que emiten. La luz roja, por ejemplo, estimula la producción de colágeno y elastina, reduciendo arrugas y mejorando la firmeza de la piel. La luz azul, en cambio, es un potente aliado contra el acné, ya que elimina las bacterias responsables de los brotes. Por su parte, la luz amarilla ayuda a calmar la piel y reducir la inflamación, mientras que la luz verde es ideal para tratar la hiperpigmentación y mejorar el tono cutáneo.
Ahora bien además de las 'celebs', las editoras y prescriptoras de belleza también estamos obsesionadas con este aparitito, y si a estas alturas tu pregunta sigue siendo ¿realmente funcionan? Os lo digo desde mi propia experiencia: esta servidora lleva usando una máscara LED durante varios años y, siendo constante, he notado una mejoría impresionante en la textura de mi piel. Sobre todo, ha sido clave para reducir las marcas post-acné en las mejillas y unificar el tono de mi rostro. No es magia, pero sí una herramienta potente que, combinada con una rutina adecuada, puede transformar tu piel sin recurrir a tratamientos invasivos.
Drx spectralite face ware pro, de Dr. Dennis Gross (498,95 euros)

Esta máscara combina luz roja y azul para ofrecer un tratamiento completo que combate tanto los signos de la edad como el acné. En tan solo tres minutos, promete una piel más luminosa y uniforme.
Máscara LED series 2, de Currentbody (449 euros)

Ampliamente recomendada por maquilladores y editoras de belleza, esta máscara es una de las favoritas de las celebrities. Y ahora su modelo de nueva generación con un diseño flexible se adapta al rostro y ahora también abarca la barbilla, garantizando una mayor eficacia del tratamiento.
Dispositivo facial light therapy golden, de Mz skin (570 euros)

Con un diseño muy particular como si de una máscara de oro se tratara, esta máscara ofrece cuatro tipos de luz LED (roja, azul, verde y amarilla) para personalizar el tratamiento según las necesidades de la piel.
Máscara FAQ 202, de Foreo (839 euros)

Este avanzado dispositivo de Foreo combina terapia de luz LED con tecnología t-sonic para mejorar la absorción de los productos cosméticos y estimular la producción de colágeno. Además, su diseño ergonómico lo hace fácil de usar en distintas zonas del rostro.
Nuestra conclusión: Invertir en una máscara LED puede suponer un antes y un después en tu rutina de belleza. Aunque no es un tratamiento milagroso ni ofrece resultados instantáneos, con constancia y el uso adecuado, los beneficios son innegables. Desde mejorar la luminosidad y firmeza hasta combatir el acné y reducir manchas, así que si buscas una solución eficaz, indolora y respaldada por la ciencia, quizá sea el momento de sumarte a la fiebre de este futurista aparato. Y, si os sirve mi experiencia, os aseguro que con disciplina, los resultados valen cada céntimo de la inversión.
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