El pelo es uno de los grandes afectados con el cambio de estación. Sucede con la llegada del otoño y también, como bien hemos podido comenzar a notar, en primavera. Es algo habitual y posiblemente lleves años combatiendo esta consecuencia ligada directamente al ciclo del propio cabello. “El pelo nace, crece y cae en tres fases. La primera es la más larga, la de crecimiento y también conocida como anágena, que dura entre 2 y 6 años. En esta fase se encuentra el 90% de la melena, creciendo 1 cm por mes. La segunda es la de reposo, catágena, que se produce cuando el 10% del pelo restante deja de crecer. La última, la catágena, es la que produce la caída y dura unos 3 meses, dando paso a que otro pelo vuelva a nacer. Podemos ayudar al pelo a regenerarse, si queremos, pero no debe inquietarnos.”, explica M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera (Santa Cruz de Bezana, Cantabria).

El estrés por la pandemia

Este 2021 a esta habitual pérdida de pelo debemos añadir un nuevo factor, el estrés debido a la compleja situación actual, a la pandemia. ¿A qué se debe? “Eso se produce porque al estar más tensos y nerviosos los folículos pilosos se contraen y el riego sanguíneo disminuye como consecuencia. De este modo un mayor número de cabello, el 50%, pasa a la fase telógena, la de la caída”, manifiesta Raquel Saiz de Salón Blue (Torrelavega, Cantabria). No es nuevo que este tipo de situaciones de cambios emocionales o de episodios esporádicos, frecuentes desde que diera comienzo la crisis del coronavirus, pueden acentuar la caída y muchas es posible que lo haya notado, el pelo es un fiel reflejo de nuestra salud física y emocional.

¿Cómo combatir la caída?

Más allá de utilizar los productos de cabello adecuados,aquellos que se adapten a nuestras necesidades y que lo mantengan hidratado y en perfecto estado cada día, cepillar el cabello cada día y utilizar el agua tibia y no caliente o fría, debemos poner el foco en la alimentación.

Además, debemos hacer hincapié en el uso de gadgets de belleza, muy dañinos para el cabello si recurrimos a ellos de forma reiterada en el tiempo.