Al menos 129 personas han muerto y unas 352 han resultado heridas, 99 de ellos en estado crítico, como consecuencia de la cadena de atentados registrada anoche en distintos puntos de París, según un nuevo balance de la Fiscalía. Ocho terroristas fueron neutralizados mientras Francia cierra su fronteras y decreta el estado de emergencia. ► Sánchez: «La unidad que derrotó a ETA acabará con el yihadismo» ► Rivera pide unirse al pacto antiyihadista e Iglesias se desmarca ► La Torre Eiffel, Eurodisney y el Louvre, cerrados por los atentados ► Un español, entre los heridos del ataque a la sala de conciertos

La cifra de víctimas mortales por los atentados de anoche en París asciende ya a 129, mientras que los heridos son 352, de ellos 99 muy graves, informó hoy el fiscal general de Francia, François Molins.

La mayoría de las víctimas corresponderían al asalto de la sala de conciertos Bataclan, donde habrían perdido la vida más de 80 personas tras la irrupción de varios terroristas y la toma de rehenes. También se registraron ataques en otros cinco puntos de la ciudad, entre ellos el Estadio de Francia.

El principal temor del Gobierno francés se cumplió anoche de forma dramática en París. Atentados simultáneos en diversos lugares de la capital en la noche del viernes, sorprendiendo a las Fuerzas de Seguridad y con una auténtica carnicería como resultado.
Poco después de la nueve y media de la noche saltó la primera noticia a los medios de comunicación, una explosión en las proximidades al Estadio de Francia donde 80.000 personas asistían al partido amistoso Francia-Alemania. Simultáneamente el primer tiroteo se producía en el corazón de París, sobre las 21:30 hora local en las terrazas de los bares Le Carillon y Petite Cambodge en el distrito X de París, junto al canal Saint Martin. Según pudo comprobar Efe, varios cadáveres yacían en el suelo mientras que varios heridos eran atendidos en el lugar y evacuados a hospitales cercanos. Una testigo de los hechos, identificada como Lesly Guihard, explicó a Efe que el autor de los disparos era un solo hombre que portaba un rifle automático, aparentemente un kalashnikov, y que tuvo tiempo de recargarlo. «Oímos un ruido. Al principio pensé que era un camión que estaba tirando piedras, luego un petardo, y después vimos que era demasiado largo para que fuese algo normal. Duró unos 30 segundos y después vimos a la gente corriendo calle abajo», relató Guihard.

Poco después comenzaron los disparos en la cercana sala de fiestas Bataclan, uno de los lugares míticos de la noche parisina, con capacidad para unas 1.500 personas, donde tenía lugar un concierto de la banda de rock estadounidense Eagles of Death Metal. Comandos de élite consiguieron abatir a los entre dos y cuatro terroristas que, según distintas fuentes, mantenían en su poder a una centena de rehenes. En el momento de la operación se oyó una gran deflagración, posiblemente de explosivos que portaban los atacantes, y que habría costado la vida al menos a ochenta personas.

La situación de tensión e inseguridad se apropió en pocos minutos de la capital, hasta el punto de que el presidente francés, Francois Hollande, fue evacuado de urgencia del Estadio de Francia y se trasladó hasta la sede el Ministerio de Interior para seguir la situación. Hollande fue llevado desde el campo hasta el Palacio Beauvau, sede del Ministerio, y seguía, al cierre de esta edición, junto al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, la evolución de los acontecimientos y visitaba alguno de los escenarios, según informó el Palacio del Elíseo. El primer ministro, Manuel Valls, se desplazó también a lugar para participar en las discusiones, de acuerdo con los medios de comunicación locales. El plan multiatentados fue puesto en marcha alrededor de las once de la noche. Todos los medios del Estado se pusieron en alerta, y todos los hospitales de la región fueron movilizados para acoger a los numerosos heridos que fueron llegando desde las distintas zonas de los atentados. Media hora después el presidente Hollande se dirigió a la nación y declaró el estado de Emergencia y el cierre de fronteras.
Según las últimas informaciones de la Fiscalía, ocho terroristas habrían muerto inmolados o abatidos por los comandos de élite.

En torno a las explosiones registradas en las proximidades del Estadio de Francia, la Policía avanzó en un primer momento que podría tratarse de dos atentados suicida y una tercera detonación que tuvieron lugar durante la primera parte y durante el descanso del partido entre las selecciones de Francia y Alemania. La evacuación de las 80.000 personas se intentó hacer de la manera más ordenada y calmada posible para evitar escenas de pánico que hubieran agravado la tragedia. Al parecer los terroristas iban cargados con bombonas de gas y clavos. Aunque anoche no había habido todavía ninguna reivindicación, todo parece indicar que es un nuevo ataque del Estado Islámico.