Europa

La ajustada victoria del ultranacionalista PiS en Polonia abre la puerta al gobierno del liberal Tusk

La formación del liberal Donald Tusk, con el 31%, podría apartar del poder a Ley y Justicia si se alía con otros dos partidos pequeños

Los resultados del sondeo publicado al término de la jornada electoral polaca vaticinan una victoria sin mayoría para el partido gubernamental y un sensible ascenso de la oposición, lo que abre varias posibilidades a falta de la conclusión del escrutinio, que se espera empezar a conocer este lunes. El avance de un sondeo a pie de urna, que otorgó al conservador Ley y Justicia (PiS) un 36,8 de los votos y una proyección de 200 escaños de los 460 que forman el Congreso, y un 31,6 % de los apoyos a la liberal y opositora Plataforma Cívica de Donald Tusk, confirma la información aparecida en las encuestas de las últimas semanas y la victoria del partido gubernamental.

La recientemente formada coalición centrista Tercera Vía, de inspiración democristiana, obtuvo el tercer mejor resultado, con un 13 % de los votos, mientras que la Izquierda logró un 8,6 % y el grupo ultranacionalista Confederación solo un 6,2 %.

El jefe de la formación, Jaroslaw Kaczynski, junto al primer ministro Mateusz Morawiecki y otros miembros del Gobierno celebraron las perspectivas de una victoria cuya dimensión está por concretarse tras los sondeos. Por su parte, el candidato opositor Donald Tusk obtendría 160 escaños, frente a los 126 actuales, una victoria relativa ya que si logra sumar el apoyo de otros dos partidos más pequeños, Tercera Vía, con el 13%, y la izquierda (Lewica), con el 8,6%, tendría a su alcance la formación de un gobierno que apartaría al PiS tras ocho años de gobierno conservador.

En la sede de la Coalición Cívica, en el Museo Etnográfico de Varsovia, Donald Tusk declaró haber ganado las elecciones. “Es el fin de los tiempos malos, es el fin del gobierno de Pis, lo logramos”, dijo, entre aplausos de sus seguidores. "Ganamos la democracia, ganamos la libertad, ganamos nuestra amada Polonia libre. Este día será recordado en la historia como un día brillante, el renacimiento de Polonia", dijo el opositor, que celebró la alta movilización, que alcanzó un récord con una participación del 72%, por encima del 62,7% que se registró en 1989 tras la caída del sistema comunista.

Desde que llegó al poder en el año 2015, el ejecutivo de Ley y Justicia se ha distinguido por sus constantes choques con Bruselas, debido a lo que las instituciones europeas consideran una deriva autoritaria caracterizada por la falta de independencia del sistema judicial (el PiS justifica el sistema disciplinario de los jueces en la necesidad de purgar el sistema de magistrados comunistas) y ciertas leyes polémicas para el colectivo LGTBI.

Como gran antagonista, Tusk es la gran esperanza de las instituciones europeas para enmendar lo que parece un camino sin retorno de Polonia en su alejamiento de Bruselas. Tusk –que ya fue primer ministro el país- es también un viejo conocido de los pasillos comunitarios debido a que fue presidente del Consejo desde 2014 a 2019.

Ha prometido una reforma del sistema judicial para que éste recupere su independencia, lo que permitiría desbloquear los fondos europeos post pandemia. La Comisión Europea se niega a su desembolso hasta que Varsovia no enmiende su deriva autoritaria. Tusk ha asegurado que estas elecciones suponen «la última oportunidad» para que el país vuelva a la senda democrática mientras el Gobierno le acusa de ser una especie de espía extranjero al servicio de Alemania o incluso Rusia.

Las dos formaciones políticas nacen de la lucha anticomunista del sindicato Solidaridad y están ligados a la lucha obrera católica. Sus caminos, sin embargo, han ido separándose cada vez más. Ley y Justicia es un partido orgulloso de sus raíces católicas y ha puesto en marcha una severa ley contra el aborto a la vez que polémicas normativas sobre los derechos LGTBI. En el ámbito económico, sin embargo, destaca por su fuerte contenido social más propio de partidos considerados de izquierda y su defensa del mundo rural.

Tusk, por el contrario, se proclama católico pero su partido sigue la estela de la mayoría de las fuerzas conservadoras europeas y mantiene una posición permisiva con la interrupción del embarazo a la vez que es el candidato preferido de las grandes ciudades. En el aspecto económico, está a favor de menores impuestos e intervención estatal en la economía.

Sondeos a pie de urna

Ley y Justicia (PiS) : 36,8%

Coalición Cívica (KO) : 31,6%

Tercera Vía : 13%

La izquierda (Lewica) : 8,6%

Confederación : 6,2%