Tiroteo en EE UU
El tirador de Jacksonville había dejado escritos manifiestos racistas: «Es el diario de un loco»
El presidente de EE UU, Joe Biden, condena la naturaleza del tiroteo que acabó con la vida de tres personas: «No hay sitio para el supremacismo blanco»
Ryan Christopher Palmeter, el varón de 21 años que mató a tiros en la tarde del sábado a tres personas en Jacksonville (Florida), había dejado escritos varios manifiestos para sus padres, los medios de comunicación y los agentes federales en los que detallaba su odio hacia los negros, de acuerdo con el Departamento de Policía. El sheriff del condado, T. K. Waters, informó el domingo en rueda de prensa que los documentos hallados por las autoridades «detallaban la repugnante ideología de odio del autor del tiroteo». En el mismo sentido se pronunció la alcaldesa Donna Deegan, quien describió la matanza como un «crimen lleno de odio» impulsado por el odio racista.
Palmeter disparó once veces contra una mujer que estaba sentada en su coche, antes de entrar en una tienda y disparar a otras dos personas. Dejó salir de la tienda a dos personas blancas. Después, el joven se suicidó, según la reconstrucción de los hechos de la Policía. Las víctimas fueron la mujer de 52 años; un empleado de 19, tiroteado mientras intentaba escapar; y otro varón de 29 años, abatido cuando accedía al establecimiento.
En rueda de prensa, Waters confirmó que Palmeter no tenía antecedentes penales y que vivía con sus padres en el condado de Clay. Aunque el tirador había sido detenido brevemente durante 72 horas en 2017, bajo la Ley Baker, relacionada con la salud mental, que permite la detención involuntaria de un individuo para recibir tratamiento.
«En pocas palabras: este tiroteo tuvo una motivación racial y odiaba a los negros», sentenció el sheriff. «El manifiesto es, francamente... el diario de un loco», añadió Waters. «Sabía lo que hacía. Estaba 100% lúcido. Sabía lo que hacía y, de nuevo, es decepcionante que alguien llegue a estos extremos para hacer daño a otra persona». En esta línea, el fiscal general Merrick Garland ha anunciado que el Departamento de Justicia estaba investigando este ataque «como un crimen de odio y un acto de extremismo violento por motivos raciales».
El atentado se produjo a menos de un kilómetro y medio de la Universidad Edwards Waters, históricamente negra. Palmeter se dirigió primero hacia el campus, donde un agente de seguridad le pidió que se identificara, según informó la universidad en un comunicado. Cuando se negó, le pidieron que abandonara el recinto. «El individuo regresó a su coche y abandonó el campus sin incidentes», recoge la nota del centro.
El Departamento de Policía de Jacksonville confirmó también que sus armas habían sido adquiridas de forma legal, pero justificó que su tenencia no era el problema, sino la naturaleza de Palmeter. «Era un mal tipo», trasladó Waters. El asesino utilizó un fusil largo y una pistola de marca Palmetto, en la que había dibujado una esvástica.
Joe Biden ha solicitado varias veces, sin éxito, a la Cámara de Representantes que prohíba los fusiles de asalto como el utilizado por Palmeter en el tiroteo. El presidente se pronunció en la tarde del domingo. «Tenemos que decir de manera clara y contundente que no hay sitio para el supremacismo blanco en Estados Unidos. Debemos negarnos a vivir en un país donde las familias van a la tienda o al colegio con el temor a ser asesinadas por el color de su piel», recoge el comunicado. «El silencio es complicidad y no debemos permanecer callados».
El inquilino de la Casa Blanca lamentó además que el tiroteo tuviera lugar el mismo día en que se conmemoró el 60 aniversario de la Marcha en Washington contra el racismo, en la que el reverendo Martin Luther King Jr. pronunció su histórico discurso «I have a dream» (Tengo un sueño).
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