La Haya
Sudáfrica presenta las pruebas para acusar al Gobierno israelí, no a los judíos ni a los ciudadanos de Israel, de genocidio
Pretoria pide la suspensión inmediata de la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza
Diecisiete jueces vestidos de negro entraron en la sala del Palacio de la Paz de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, Países Bajos, y el tribunal inauguró la audiencia iniciada por Sudáfrica contra Israel por cargos de «genocidio» contra los palestinos durante la actual guerra en Gaza, es decir, por hacer un esfuerzo deliberado por acabar con la vida de los habitantes de ese territorio.
El tribunal internacional está compuesto por 15 jueces permanentes y dos jueces ad hoc de Israel y Sudáfrica: el expresidente de la Corte Suprema de Israel, Aharon Barak, y el ex vicepresidente del Tribunal Supremo de Sudáfrica, Dikgang Moseneke, quienes prestaron juramento ante la juez que preside la CIJ, Joan Donoghue.
Luego, Donoghue leyó las acusaciones hechas por Sudáfrica contra Israel y un funcionario judicial señaló que la fiscalía está pidiendo inicialmente a la CIJ que ordene una suspensión inmediata de la ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza como primer paso en un caso que probablemente tarde años en dirimirse en el tribunal.
En una etapa intermedia del caso, el tribunal solo necesita establecer que hay «plausibilidad» en las acusaciones de genocidio para poder tomar tal acción.
Se espera que la audiencia dure dos días.
El equipo legal sudafricano de ocho miembros, algunos con la peluca blanca, otros con peluca gris y otros sin peluca, alegó que las muertes generalizadas de civiles palestinos y el acceso severamente restringido de alimentos, agua y tratamiento medico en Gaza, junto con algunas declaraciones por parte de ministros del Gobierno israelí, significaba que Israel estaba llevando a cabo una campaña genocida en el enclave costero palestino.
«No importa cuán monstruoso sea el ataque»
El abogado británico Vaughan Lowe, hablando en nombre de la fiscalía sudafricana, señaló que «no importa cuán monstruoso o atroz sea un ataque o una provocación, el genocidio nunca es una respuesta permitida».
Lowe añadió que «Sudáfrica cree que las pruebas disponibles públicamente demuestran el Gobierno israelí, no el pueblo judío o los ciudadanos israelíes, tiene la intención de destruir a los palestinos en Gaza como grupo, y no está haciendo nada para castigar las acciones de otros que apoyan eso».
Dijo también en sus alegaciones que el uso por parte de Israel de «bombas tontas» –las que no son guiadas y caen por su propio peso– y ataques en áreas designadas como zonas seguras por parte Israel contradice las declaraciones de que están tratando de minimizar las bajas civiles.
«No se puede argumentar que meses de bombardeos continuos, cortes de alimentos, agua, electricidad y comunicaciones a toda una población sean para perseguir a Hamás», dijo.
«Sudáfrica ha hecho lo que pudo y está haciendo lo que puede» para evitar más daños irreparables al pueblo palestino en Gaza, «cuyas esperanzas de supervivencia están depositadas en este mismo tribunal», agregó la fiscalía.
Además, la abogada irlandesa, Blinne Ní Ghrálaigh, también en el mismo banquillo, calificó los acontecimientos en Gaza como el «primer genocidio de la historia en el que sus víctimas transmiten su propia destrucción en tiempo real y con la vana esperanza de que el mundo pueda hacer algo».
Sudáfrica también dijo que la forma en que Israel está llevando a cabo su ofensiva significa que no son posibles las condiciones para la entrega efectiva de ayuda humanitaria. Y presentó cifras de muertos y heridos en Gaza. Dijo que cada día 247 palestinos mueren o corren el riesgo de morir, 629 resultan heridos y a más de 10 les amputan una o ambas piernas.
También compartió una estadística del Programa Mundial de Alimentos (FAO, por sus siglas en inglés), según la cual cuatro de cada cinco personas en el mundo que sufren hambre catastrófica se encuentran en Gaza.
Para empujar su pedido de medidas provisionales, la fiscalía citó casos anteriores en los que ello ha sucedido, como Gambia, Bosnia y Ucrania. Sostuvo que «los derechos de los palestinos en Gaza no son menos dignos de la protección de la corte».
Mañana viernes la corte oirá el lado de los acusados, Israel.