Asia
Singapur lleva a la horca a un ciudadano que traficó un kilo de marihuana
Amnistía Internacional califica de "extremadamente cruel" la ejecución del condenado
Singapur se dispone a colgar en la horca a un hombre acusado de traficar un kilo de marihuana. El año pasado, esta ciudad-estado colgó a once personas por delitos relacionados con las drogas. El condenado en esta ocasión es singapurense Tangaraju Suppiah, de 46 años, cuya pena de muerte ha sido calificada por Amnistía Internacional como "extremadamente cruel". "Si se llevara a cabo, esta ejecución violaría el derecho internacional y desafiaría obstinadamente las continuas protestas por el uso de la pena de muerte en Singapur", dijo a la agencia Afp un portavoz de la oficina regional de Amnistía.
En muchas partes del mundo, incluso en la vecina Tailandia, el cannabis se ha despenalizado, las autoridades han eliminado las penas de prisión y los grupos de derechos han aumentado la presión sobre Singapur para que suprima la pena capital.
Singapur, uno de los mayores centros financieros asiáticos, tiene algunas de las leyes antinarcóticos más estrictas del mundo e insiste en que la pena de muerte sigue siendo un elemento disuasorio eficaz contra el tráfico.
Tangaraju fue condenado en 2017 por "incitar a participar en una conspiración para traficar" algo más de un kilo de cannabis, el doble de la cantidad que lleva aparejado una condena de muerte. Recibió la sentencia en 2018 y el Tribunal de Apelación confirmó la decisión. Aunque el condenado no fue detenido en el momento de la venta de droga, los fiscales dijeron que él era responsable de coordinarla y rastrearon dos números de teléfono utilizados por un repartidor hasta Tangaraju. "Lo que es especialmente preocupante es que Tangaraju en realidad nunca manejó las drogas", dijo la activista de derechos Kirsten Han a la agencia Afp. "También fue interrogado por la policía sin asistencia de abogado y le negaron un intérprete de tamil".
El juez del Tribunal Superior, Hoo Sheau Peng, había dicho que cualquier persona que sea cómplice de la comisión de un delito conforme a la ley también será culpable de ese delito y podrá recibir el mismo castigo. El juez añadió que "el cargo contra el acusado había sido probado más allá de toda duda razonable".
En los últimos días, sus familiares y activistas entregaron cartas a la presidenta de Singapur, Halimah Yacob, en una petición de clemencia de última hora, mientras que el multimillonario británico Richard Branson ha pedido que se detenga la ejecución y se revise el caso. "Sé que mi hermano no ha hecho nada malo. Insto a la corte a que analice su caso desde el principio", dijo la hermana de Tangaraju, Leela Suppiah, a los periodistas en una conferencia de prensa.
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