Régimen comunista
Silencio y censura en China tras el fallecimiento repentino del ex primer ministro Li Keqiang
El régimen comunista bloquea los comentarios en las redes sociales del que un día fue considerado presidenciable pero que finalmente fue relegado por Xi Jinping
El ex primer ministro chino Li Keqiang, que se forjó una reputación de reformista, pero luego se vio marginado por el presidente Xi Jinping, ha fallecido de un repentino ataque al corazón pocos meses después de dimitir como número dos del país.
De acuerdo con un comunicado publicado en la página web del Gobierno, el camarada Li falleció en las primeras horas del viernes en Shanghai, después de que fracasaran todos los esfuerzos de salvamento. El deceso suscitó el viernes un gran duelo en la férreamente controlada red china de Internet, donde predominaron los comentarios de conmoción y tristeza por lo sucedido.
El legado del ex primer ministro, considerado en su día un posible aspirante a la presidencia china, es visto como una oportunidad perdida para llevar a cabo una gran reforma económica por algunos analistas, que lo describen como un experto en economía con escaso poder para gestionar dichos asuntos .
Su figura pasó a un segundo plano en los últimos años a las órdenes de Xi Jinping, quien reforzó su control del poder y dirigió la segunda mayor economía del mundo en una dirección más estatista.
Este influyente economista era partidario de una economía de mercado mucho más abierta, y defendía las reformas orientadas a la oferta en un enfoque apodado "Likonomics" que nunca llegó a aplicarse en su totalidad. Como máximo responsable económico, prometió mejorar las condiciones de los empresarios que generan empleo y riqueza.
En última instancia, tuvo que plegarse a los intereses de Xi por un mayor control estatal, y su capacidad de decisión disminuyó a medida que el todopoderoso líder chino aupaba a sus propios acólitos a cargos de responsabilidad. Con todo, algunas compañías extranjeras afirmaron no sentirse bienvenidas en el país asiático después de que Xi y otros líderes abogaran por la autosuficiencia económica, ampliaran una ley contra el espionaje y registraran oficinas del sector de la consultoría.
En una necrológica oficial publicada el viernes por el medio estatal Xinhua, se calificaba su desaparición de "enorme pérdida para el partido y la nación", y se le describía como un "destacado líder" que llevó a cabo su labor bajo el "fuerte liderazgo" de Xi.
Las muertes políticas en China siempre conllevan un riesgo de agitación popular. En esta ocasión, las redes sociales se llenaron de consternación y desconsuelo, y algunos sitios web gubernamentales se tiñeron de blanco y negro en señal oficial de duelo. Además, la plataforma Weibo convirtió su botón de "me gusta" en un icono de "luto" en forma de crisantemo, en su aplicación móvil.
En un canal semiprivado de WeChat, destacados intelectuales chinos y miembros de la élite liberal expresaron su estupor e inquietud por el fallecimiento de un símbolo de la reforma económica liberal, y algunos afirmaron que marcaba el fin de una era.
El ex viceprimer ministro asumió el cargo en 2013, cuando el partido gobernante se enfrentaba a crecientes advertencias de que el auge de la construcción y las exportaciones que impulsaron el crecimiento de dos dígitos de la década anterior, se estaba agotando.
Durante su gestión, China experimentó crecientes retos económicos, como el aumento de las tensiones comerciales con Estados Unidos, el incremento de la deuda pública y el desempleo y la grave desaceleración económica provocada por la pandemia COVID-19. A pesar de la multitud de desafíos, siguió apoyando los esfuerzos por estabilizar la economía y aumentar el empleo en China.
No obstante, en un Congreso del Partido celebrado en octubre de 2022, Li fue excluido del Comité Permanente y dejó el cargo en marzo de 2023, a pesar de estar dos años por debajo de la edad informal de jubilación de 70 años.
Los demás medios oficialistas del país, como Global Times o China Daily, se limitaron a compartir el comunicado, anunciando un posterior obituario a lo largo del día, lo que demostraría que se trata de un acontecimiento inesperado, ya que Li, de 68 años, apenas había abandonado su cargo hace unos meses.
Únicamente algunas cuentas de embajadas extranjeras, como la de Japón -que destacó el "importante papel" de Li en las relaciones bilaterales- o la de Israel -que transmitió sus "profundas condolencias"-, las primeras en manifestarse, escaparon de la censura en su sección de comentarios.
Por el momento no se han difundido detalles sobre el entierro y funerales del fallecido político.
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