Opinión
¿Sheinbaum seguirá el legado de AMLO?
La presidenta electa mexicana sabe que su victoria electoral del 2 de junio responde a ese capital político que hoy ostenta López Obrador
«Hoy vengo aquí, al sur de Veracruz, para decirles que no vamos a traicionar, que vamos a seguir con el legado del mejor presidente de México, de Andrés Manuel López Obrador (AMLO); que no va a haber marcha atrás, que no va a haber traiciones», afirmó la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, en un acto junto a su padre político y actual presidente del país.
Dos tercios de los mexicanos apoyan la gestión del primer mandatario mexicano. Luego de seis años la cifra es alta. Sheinbaum sabe que su victoria electoral del pasado 2 de junio responde a ese capital político que hoy ostenta AMLO.
Aunque en política es difícil encontrar lealtades duraderas entre padres políticos y sucesores; resulta difícil pensar que, mientras viva el actual presidente de México, la heredera del proyecto populista de izquierdas dé un viraje al plan político que comenzó en el 2018.
La influencia de López Obrador en el nombramiento del primer gabinete de Sheinbaum ha sido preponderante; tanto, que varios secretarios de estado volverán a ocupar sillas de poder. Por otro lado, el continuismo ha sido la bandera -a pesar de que el país empeora en inseguridad, economía y salud- y seguirá siendo mientras el «mesías tropical» (como lo llamó el escritor mexicano, Enrique Krauze) siga opinando sobre la gestión de gobierno una vez abandone el palacio nacional.
La aclaratoria de que «no habrá traiciones» es también un mensaje de la última ganadora de las elecciones hacia su padre político. A sabiendas que la historia política está repleta de ingratitudes, la sucesora ha querido apaciguar una eventual preocupación establishment político que hoy gobierna.
Aunque no es alentador para el sistema democrático, está claro que sin López Obrador, Sheinbaum se desinflaría más temprano que tarde.