Estados Unidos
Segundo día de rastreo en Maine a la caza del tirador Robert Card
EE UU lanza un operativo para detener al sospechoso de la matanza en una bolera y un restaurante que ha dejado 18 víctimas mortales
El horror de la violencia armada volvió a tomar Estados Unidos. La primera llamada al 911 llegó al centro de comunicaciones de Auburn, en el estado de Maine, a las 6:56 de la tarde del miércoles. Una persona denunció la presencia de un hombre que disparaba a rienda suelta en la bolera Just-In-Time Recreation, localizada en la ciudad de Lewiston, cerca de donde se dirigió esa primera información. Diez minutos más tarde los teléfonos no dejaron de sonar. Múltiples llamadas hablaban de un «tirador activo» dentro del bar y restaurante Schemengees, a unas 4 millas de distancia de la bolera. Las autoridades no perdieron tiempo y se avistaron a encontrar una escena devastadora, pero no sorpresiva en este país.
«Como pueden imaginar, esto fue una escena muy dinámica, de ritmo rápido y muy peligrosa, en la que estos chicos y chicas estaban entrando», explicó en rueda de prensa William G. Ross, de la Policía Estatal de Maine. Se encontraron con sangre por todos lados y varias personas gritando de dolor. Un primer saldo de fallecidos hablaba de 15 muertos, pero en las últimas horas se elevó a 18 fallecidos. Al menos 13 personas más resultaron heridas en ambos incidentes.
En la bolera, siete personas fueron encontradas sin vida en un primer momento, mientras en el bar contabilizaron ocho. El resto de víctimas estaban siendo trasladas al Centro Médico de Maine, que como presagio de mala suerte contaba con cien empleados fuera de servicio al momento del ataque. «Tuvimos esfuerzos heroicos por parte de nuestros miembros del equipo la noche pasada, que continuaron hasta hoy», dijo el Dr. John Alexander, director de operaciones del centro médico. Ellos recibieron a su primer paciente a las 7:24 del miércoles.
Todo antes de que, tras la publicación de un vídeo de una cámara de seguridad, las autoridades informaron un par de horas más tarde sobre la persona de interés en el caso. Se trata de Robert Card, de 40 años, por quien se emitió una orden de arresto por cargos de asesinato. Al cierre de esta edición permanecía todavía prófugo. Tampoco hay mayor información sobre los motivos del hombre, a quien se ve en las imágenes cargando un arma de gran intensidad.
Las autoridades han instado a los residentes de Lewiston, la segunda ciudad más grande de Maine ubicada a unos 30 kilómetros al norte de Portland, y de Auburn, que está cerca, a quedarse en sus hogares. También se pidió a los residentes de otras comunidades que permanezcan en sus lugares y muchas escuelas y negocios están cerrados. El fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland, dijo que el FBI y otras agencias federales están en el lugar asistiendo en la investigación de los tiroteos .
«Estoy desolado por aquellos que han perdido a sus seres queridos, por aquellos que han resultado heridos y por toda la comunidad de Lewiston», dijo Garland en un comunicado. «Ninguna comunidad debería tener que soportar los horrendos tiroteos masivos que se han vuelto habituales en nuestro país», sentenció.
Un horror como este ha conmocionado a los habitantes. Los propietarios de Just-In-Time Recreation publicaron una declaración en Facebook expresando su shock y tristeza. «Nada de esto parece real, pero desafortunadamente lo es. Estamos devastados por nuestra comunidad y nuestro personal», escribieron. «Perdimos a personas increíbles y de corazón entero de nuestra familia de bolos y de la comunidad anoche. No hay palabras que puedan arreglar esto o hacerlo mejor», dijeron. Durante el jueves cientos de personas se acercaron al lugar para honrar a las víctimas o intentar saber qué ocurrió.
Por su parte, el presidente Joe Biden emitió una declaración diciendo que él y la primera dama Jill Biden rezan por las víctimas. «Como le dije a la gobernadora de Maine Janet Mills, a los senadores Collins y King, y al congresista Golden anoche, he ordenado a mi Administración que proporcione todo lo necesario para apoyar a la gente de Maine». Y como cada tiroteo en Estados Unidos adquiere un inevitable carácter político, luego Biden instó al Congreso a aprobar una prohibición del tipo de arma utilizada en este tiroteo. «Hoy, en medio de otra tragedia, insto a los legisladores republicanos en el Congreso a cumplir con su deber de proteger al pueblo estadounidense. Trabajen con nosotros para aprobar un proyecto de ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad», concluyó.
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