Un día antes de que el fiscal especial Robert Mueller comparezca ante el Congreso de EE UU, donde abordará el informe con las conclusiones de su investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, se ha conocido que uno de sus principales abogados, Andrew Weissman, mantuvo una reunión secreta en junio de 2017 que ahora podría volverse en contra de Mueller.

Según informa John Solomon en “The Hill”, Weissmann contactó de forma sibilina con los abogados americanos del oligarca ucraniano Dimitri Firtash, con una tentadora oferta: “dadnos chismes sobre Donald Trump en el “Russiagate” y puede que el equipo Mueller haga que los cargos criminales de Estados Unidos desaparezcan”.

De acuerdo con el periodista estadounidense, “los detalles de la nunca antes sacada a la luz oferta fueron confirmados por múltiples fuentes con conocimiento directo, así como en las circulares de Defensa contemporáneas que he leído”.

Cabe recordar que el fiscal especial contrató a 19 expertos abogados para llevar a cabo las pesquisas sobre el “Russiagate”. También contó con unos 40 agentes del FBI, analistas de inteligencia, forenses contables que asistieron al equipo de Mueller.

Según augura Solomon, la insinuación de Weissman podría tener consecuencias de amplio alcance para el Departamento de Justicia tanto en Estados Unidos como en el extranjero.

El nombre de Weissmann ha salido varias veces a colación y estuvo en el foco de las críticas de Trump por haberse demostrado que era simpatizante del Partido Demócrata. Según una investigación de “The Washington Post” el abogado hizo donaciones al Partido Demócrata en 2006, 2007 y 2008 (año de la victoria de Barack Obama).

Con todo, ni la oficina de Mueller ni la de Weissmann han respondido a las preguntas de Solomon sobre estas importantes acusaciones.