La reina Rania de Jordania ha escrito un artículo de opinión en el medio Washington Post, abordando la guerra entre Israel y Hamás y sus devastadoras consecuencias en la región. En su artículo, la reina describe "el oscuro panorama navideño en Belén", donde las celebraciones han sido canceladas, y destaca el impacto en la comunidad cristiana de Jordania. En el artículo, Rania hace una "llamada a la humanidad" al compartir las desgarradoras imágenes de la destrucción en Gaza, especialmente de los niños heridos y traumatizados.

La reina describe con detalle las impactantes imágenes de padres llorando por la muerte de sus hijos, "niños llevando los cuerpos de sus seres queridos entre calles inundadas y una madre aferrándose al cuerpo inerte de su hija". Estas imágenes, según Rania, son un llamamiento desesperado al mundo para reconocer la humanidad y el sufrimiento de estos niños.

Rania expone la escalada de la violencia desde el 7 de octubre, con una abrumadora mayoría de víctimas civiles en Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza. La reina aboga por un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes y detenidos, y un acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria. Condena la transformación de Gaza en un infierno, con una cifra impactante de casi 20.000 muertos en poco más de dos meses, de los cuales más de 8.000 son niños.

La reina cuestiona la legitimidad de privar a la población de Gaza de alimentos como una forma de autodefensa. Señala la crisis humanitaria en la región como un "horror sin ambigüedades", instando a la acción urgente para detener la tragedia que se está desarrollando.

Por último, destaca que la llamada a un alto el fuego no debe ser considerada como una mera sentimentalidad, sino como un paso inicial necesario. Más allá del cese de las hostilidades, pide emprender un difícil proceso de "rehumanización" y actuar en base a ese vínculo universal.