Protestas
«Prohibir ahora la AfD»: el nuevo grito de Alemania
Aumenta la presión sobre Scholz para retirar los fondos públicos al partido de extrema derecha tras su encuentro con grupos neonazis
Desde que se supo que representantes de la formación de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) se reunieron con neonazis y empresarios a finales de noviembre para discutir la expulsión masiva de personas de origen inmigrante se ha abierto un debate, en la esfera política y social alemana, sobre la prohibición de este partido.
La última sentencia que dictó el Tribunal de Karlsruhe, que prohibió al partido de extrema derecha Die Heimat (La Patria) –antes conocido como NPD– recibir financiación estatal durante seis años, podría marcar la pista sobre el futuro de la AfD, aunque muchos ciudadanos confían en su completa desaparición. ¿Sería posible? «La democracia debe utilizar sus instrumentos», asegura el político de la Unión Cristianodemócrata (CDU) Daniel Günther. El primer ministro de Schleswig-Holstein aboga por la prohibición y miles de personas, que se manifiestan estos días contra el AfD en Colonia, Berlín, Hannover, Würzburg y muchas otras ciudades de Alemania, exigen ven lo mismo; en sus pancartas y carteles piden «Prohibir ahora la AfD».
La prohibición de partidos se ha aplicado dos veces en la historia de Alemania: en 1952, el Partido Socialista del Reich –sucesor del NSDAP–, fue prohibido y en 1957, El KPD –el Partido Comunista de Alemania– corrió la misma suerte. Ahora, siete décadas después, se vuelve a discutir esta fórmula. «En una democracia pluralista no debería tener sentido que a los enemigos políticos, sean los que sean, se les pueda eliminar fácilmente mediante prohibiciones», asegura Christian Waldhoff, jurista de la Universidad Humboldt de Berlín. «El tribunal que dicte tal prohibición debe actuar con mucho cuidado y cautela».
La última vez que se intentó prohibir un partido fue el NPD, a principios de la década de los 2000. El primer juicio fue cancelado en 2003 ante la sospecha de que la gran cantidad de infiltrados de las fuerzas de seguridad en la cúpula del NPD habían alterado pruebas en su contra. El segundo intento finalizó en 2017 con una sentencia clara del Tribunal federal: no, el NPD no será prohibido. En opinión de los jueces, esta formación perseguía objetivos anticonstitucionales, pero carecía de «pruebas concretas de peso que hicieran parecer posible que sus acciones condujeran al éxito».
Para aquel entonces, el NPD era demasiado insignificante para poner en peligro la democracia. No obstante, la AfD suma actualmente un 22% de los votos y en los estados federados del este de Alemania es incluso la fuerza más fuerte con más del 30%. Por tanto, el argumento de que el partido es demasiado insignificante perdería aquí su base. Posiblemente sea incluso lo contrario: ¿Es ahora la AfD demasiado grande como para conseguir su prohibición?
El jurista Waldhoff también ve este problema. Según la jurisprudencia de Karlsruhe, básicamente solo se pueden prohibir los partidos de tamaño mediano. La otra pregunta importante como criterio para un procedimiento de prohibición de partidos es si realmente la AfD es anticonstitucional. Por el momento, se le considera de extrema derecha en los estados de Turingia, en Sajonia-Anhalt y Sajonia.
Según la Oficina Sajona para la Protección de la Constitución, numerosas posiciones sustanciales de la delegación regional de este partido van en contra de los principios básicos del orden básico libre y democrático, por ejemplo, en la cuestión sobre la migración. El partido representa «posiciones étnicas nacionalistas típicas» y «despierta continuamente temores y resentimientos contra los extranjeros», explicó esta oficina.
A nivel nacional, la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV) clasifica al AfD como un caso sospechoso de extrema derecha, pero en una especie de etapa preliminar. Si fuera calificado de «extrema derecha», esta agencia podría utilizar medios de inteligencia, por ejemplo, reclutando informantes, vigilando personas o, o controlando sus telecomunicaciones.