Elecciones alemanas

Principio de acuerdo en Alemania entre conservadores y socialdemócratas

Ambos partidos anuncian el inicio de negociaciones en firme para "una gran coalición"

La alianza conservadora que conforman la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU) ha anunciado junto al Partido Socialdemócrata (SPD) el inicio de negociaciones en firme para concretar una 'gran coalición' de gobierno que dirigirá Alemania con el líder democristiano Friedrich Merz como nuevo canciller del país.

Tras varios días de conversaciones exploratorias, la nueva fase de las negociaciones ha sido finalmente anunciada en rueda de prensa protagonizada por Merz, acompañado del líder de la CSU y ministro principal de Baviera, Markus Soeder, y los copresidentes del SPD, Lars Klingbeil y Saskia Esken.

"Tenemos un documento conjunto que es la base para las negociaciones de coalición que comienzan la próxima semana", ha declarado Merz ante los medios como portavoz principal de tres partidos que aglutinan 329 escaños de los 630 que conforman el Bundestag, el Parlamento alemán, por encima de la mayoría necesaria de 316 asientos.

El segundo partido más votado en las pasadas elecciones federales de febrero, Alternativa para Alemania (AfD), ha quedado excluido de estas conversaciones por el cordón sanitario que el resto de formaciones políticas ha impuesto a la ultraderecha en el país.

Merz ha manifestado de forma reiterada su deseo de formar un nuevo gobierno antes de Semana Santa, que este año cae en la segunda mitad de abril.

Durante la rueda de prensa, los líderes políticos alemanes han celebrado el ambiente "cordial" en el que han transcurrido los siete días de conversaciones preliminares y destacado, por ejemplo, el consenso alcanzado en cuestiones fundamentales como el desarrollo del fondo especial para infraestructuras, clave para desbloquear las conversaciones.

El tema más importante, no obstante, ha sido el de la migración. En este sentido, Merz ha avanzado que, si fructifican las negociaciones, Alemania emprenderá un cambio radical en su política migratoria, con la ampliación de los controles fronterizos y la aceleración de los procesos de repatriación.

En el ámbito económico, el documento exploratorio pactado este sábado también prevé un salario mínimo de 15 euros y aumentos de las pensiones, además de una ley de negociación colectiva y una reforma del impuesto sobre la renta. El líder del SPD Lars Klingbeil ha anticipado que las conversaciones formales serán difíciles. "Todavía no hemos llegado al final", ha aseverado.

Soeder se ha mostrado de la misma opinión, si acaso un poco más optimista: "Hoy no hay ni ganadores ni perdedores. Lo que tengo es la sensación de que nos hemos encontrado con nuevos socios", ha aseverado.

LA OPOSICIÓN SE LAMENTA POR LA "PEQUEÑA COALICIÓN"

La formación de extrema derecha AfD, segunda en número de votos en las últimas elecciones federales, ha criticado los tintes "socialistas" del preacuerdo alcanzado por CDU y SPD para una coalición de gobierno.

Ha cargado en particular contra el líder conservador y previsible próximo canciller por "romper su promesa de campaña electoral y caputular ante la deudamanía del SPD". A cambio, Merz "solo ha obtenido promesas vagas sobre política migratoria llenas de excepciones y lagunas", han reprochado los líderes del partido, Alice Weidel y Tino Chrupalla.

La política social y económica "lleva la firma del perdedor de las elecciones, el SPD" con precios de la electricidad para industria y subsidios para coches eléctricos que "no crean ni prosperidad ni crecimiento económico". "Este documento exploratorio es un acuerdo que va en detrimento de Alemania", han remachado.

Desde Los Verdes han criticado la "pequeña coalición" que pretende solucionar problemas estructurales "solo con dinero", en referencia a la previsión de una emisión millonaria de deuda pública. Además, este texto deja a los ecologistas "un poco más lejos" de dar su apoyo a la coalición, según los colíderes de Los Verdes Felix Banaszak y Franziska Brantner.

CDU y SPD necesitan del apoyo de Los Verdes para introducir una reforma de la Constitución que permita un mayor endeudamiento público y que los futuros socios de gobierno esperan aprobar antes de que se reúna el nuevo Bundestag, el 25 de marzo.

Precisamente el diputado de AfD Christian Wirth ha anunciado ya un recurso ante el Tribunal Constitucional Federal para impedir que se vote esta reforma con el antiguo Bundestag. Wirth y otros cuatro diputados del partido de extrema derecha consideran que se están violando sus derechos como diputados con esta medida.

Según la ley alemana, tras las elecciones en Bundestag solo puede intervenir en caso de emergencia, pero no puede introducir modificaciones fundamentales a nivel legal.

Mientras, desde La Izquierda han criticado también el preacuerdo, que consideran "un cheque en blanco para el rearme" en contra de los intereses de la mayoría. "Cuestiones clave como vivienda, sanidad, política de familia, condiciones de vida iguales en el este y el oeste y coste de la alimentación se mencionan solo de paso o ni siquiera figuran", según los coportavoces del grupo parlamentario Heidi Reichinnek y Sören Pellmann