Europa del Este
El primer ministro rumano dimite como jefe socialdemócrata tras perder en las presidenciales
Es la primera vez que el PSD no logra colocar a su candidato en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales desde que cayó la dictadura comunista en Rumanía en 1989
El primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, ha anunciado este lunes que dimite como líder del Partido Social Demócrata (PSD), tras haber quedado ayer fuera la carrera por la jefatura del Estado en la primera vuelta de las presidenciales de ayer y a una semana de las elecciones generales.
Ciolacu quedó ayer tercero en la primera ronda de las presidenciales, con el 19,5 % de los votos, por detrás del ultranacionalista prorruso Calin Georgescu (22,9 %) y de la derechista Elena Lasconi (19,17), que se disputarán la jefatura del Estado el día 8 de diciembre en la segunda y definitiva vuelta.
El primer ministro saliente afirmó que seguirá al frente del partido hasta después de las elecciones parlamentarias del domingo, día 1. El PSD gobierna actualmente en una gran coalición con el partido liberal-conservador PNL.
Es la primera vez que el PSD no logra colocar a su candidato en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales desde que cayó la dictadura comunista en Rumanía en 1989.
Georgescu, que ya ocupó diferentes carteras en gobiernos anteriores, es conocido por su oposición a la Unión Europea y la OTAN, así como por su revisionismo del fascismo rumano. Ha desarrollado su campaña principalmente a través de redes sociales, ha sido también el elegido mayoritariamente por la diáspora rumana, con el 43 por ciento de los votos, según las autoridades electorales.
Su rival en la segunda vuelta será la candidata conservadora Elena Lasoni, quien se ha impuesto al primer ministro rumano Marcel Ciolacu por un estrecho margen. "Prometo que lo daré todo para estar a la altura de sus expectativas", ha dicho ella tras hacerse oficial que estará en las papeletas del 8 de diciembre. Lasoni, de Unión para Salvar a Rumanía (USR), ha obtenido, según las autoridades electorales, una ventaja de unos 1.500 votos con respecto al socialdemócrata Ciolacu, a quien han pedido que reconozca ya su derrota.
El primer ministro ha logrado unos pobres resultados en el voto exterior, con apenas el 2,8 por ciento. Con el 99,95 por ciento de las actas escrutadas, apenas unos votos separan a Lasoni de Ciolacu. La primera ha logrado 1.770.629 votos --19,17 por ciento--, mientras que el socialdemócrata se queda con 1.769.168 votos --19,15 por ciento--. La participación en todo el país y en la diáspora rumana ha sido del 52,5 por ciento, ligeramente por encima del 51,2 por ciento que votó en las anteriores elecciones presidenciales de 2019.
Según los analistas de la cadena rumana Antena24, la candidatura de Georgescu se ha visto alimentada por un fuerte descontento con la política tradicional. Su mensaje, rotundo en temas de soberanía y defensa de los intereses nacionales resonó en una parte significativa del electorado rumano. Rumanía, cabe recordar, atraviesa un momento crucial, ya que enfrenta desafíos económicos y sociales, mientras que el presidente electo deberá gestionar un contexto geopolítico cada vez más tenso en Europa del Este, marcado por la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones con Moscú.
Menos nítida es la presunta conexión de Georgescu con Rusia, aunque el ingeniero de 62 años siempre ha sido representado de manera positiva por los medios de comunicación afines al Kremlin. El candidato llegó a declarar en abril que "la sabiduría de Rusia brinda a Rumanía una oportunidad porque, en este momento, Rumanía no está preparada para nada, ni diplomática ni estratégicamente".
✕
Accede a tu cuenta para comentar